CONTROVERSIA EN EL DIAGNÓSTICO DEL ABDOMEN AGUDO
Los datos clínicos, test de laboratorio, pruebas radiológicas,
ecografías y tomografías computerizadas facilitan
el diagnóstico del abdomen agudo en la mayoría de
los casos. Sin embargo en algunas ocasiones no se logra el diagnostico
exacto, y es aquí donde la laparoscopia exploradora tiene
una clara indicación para el diagnóstico etiológico
del abdomen agudo.
Dos situaciones que resultan significativas y sirven de ejemplo:
a. Mujeres jóvenes con dolor abdominal
en el hemiabdomen inferior, en las que sólo la exploración
laparoscópica puede hacer el diagnóstico diferencial
entre apendicitis aguda, embarazo ectópico o enfermedad inflamatoria
pélvica.
b. Pacientes ancianos con poca sintomatología en
la historia clínica y en los que el diagnóstico etiológico
de abdomen agudo por ulcus péptico, diverticulitis o apendicitis
aguda, e isquemia mesentérica es difícil de realizar
con los estudios habituales.
La laparoscopia permite la visualización y exploración
directa de los órganos de la cavidad abdominal, tanto en
la cirugía programada como en la urgencia. Su valor práctico
es la observación directa de las lesiones que no se descubren
por los test habituales, evitando así la realización
de laparotomías innecesarias en la urgencia, que en algunos
casos son "blancas", y en otros consisten en lesiones
de múltiples órganos o de pacientes con alto riesgo.
La realización de exploraciones costosas, como la tomografía
computerizada, no ha disminuido el numero de laparotomías
en blanco, que están sancionadas con aumento de la estancia
hospitalaria, mayor morbilidad y aumento de los costes.
La laparoscopia diagnóstica en la urgencia tiene un alto
índice de rendimiento porque en muchos casos puede ser terapéutica,
actuando sobre la causa del abdomen agudo sin necesidad de laparotomía.
Tiene un elevado índice de seguridad en manos de cirujano
experto en cirugía laparoscópica, y es una técnica
más dentro del arsenal diagnóstico y terapéutico
puesto en manos del cirujano.
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