Mayol Martínez, J. Cirugía endoscópica: un viaje virtual desde la oscuridad hasta la robótica. Seclaendosurgery.com. (en línea) 2002, no, 1. Disponible en Internet: http://www.seclaendosurgery.com/seclan1/art21.htm. ISSN: 1698-4412.

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INTRODUCCIÓN.

En el siglo pasado, la cirugía endoscópica ha sido el avance definitivo. Actualmente los cirujanos interaccionan con los órganos a través de mínimas incisiones de manera que se reduce el estrés quirúrgico causado por las grandes heridas. Esta revolución es el resultado tanto de la curiosidad humana como de los más recientes avances de la tecnología. En esta revisión pretendemos analizar, desde una perspectiva histórica, las contribuciones más relevantes desde el punto de vista conceptual y técnico que llevaron a nuestros antecedesores desde la búsqueda de una buena iluminación, que terminó con la invención de la luz incandescente, hasta la primera colecistectomía laparoscópica y el desarrollo explosivo de los procedimientos laparoscópicos. Sin embargo, la revolución laparoscópica no ha acabado y sólo el tiempo dirá hasta dónde nos conducirá.

“A rose is a rose is a rose…”

La cirugía videoscópica es el último gran avance de la Medicina Moderna. Términos como cirugía de cerradura (keyhole) o cirugía mínimamente invasiva se acuñaron para dar nombre a un nuevo concepto: un abordaje menos agresivo de los órganos intracavitarios. Sin embargo, ninguna de estas denominaciones describía satisfactoriamente el cambio cualitativo que había tenido lugar en el ambiente quirúrgico durante la última década del siglo XX. Este atrevido avance es el resultado tanto de la curiosidad como del increíble progreso tecnológico, aunque tanto el entusiasmo como el escepticismo han sembrado el camino de este nueva técnica. En esta revisión vamos a discutir las contribuciones realizadas al desarrollo de la cirugía endoscópica y laparoscópica desde una perspectiva histórica.

LA BÚSQUEDA DE LA LUZ


Aunque la primera descripción sobre el uso de un espéculo para la exploración del recto se remonta a Hipócrates (1), lo cierto es que durante muchos siglos la exploración de las vísceras intracavitarias se vio obstaculizada por la ausencia de una iluminación adecuada. Por tanto, los cirujanos durante este tiempo practicaron su oficio en la oscuridad, guiados únicamente por los síntomas y signos externos de la enfermedad.
A comienzos del Siglo XIX, Philip Bozzini (2) hallo un primer camino para avanzar en la oscuridad mediante el Lichleiter o conductor de luz, que le permitió explorar la uretra de un paciente mediante un tubo y la luz de una vela. Sin embargo, este diseño histórico fue recibido por sus colegas con escepticismo. Otros muchos siguieron los pasos de Bozzini. Segalas en Paris(2), John Fisher en los Estados Unidos (3) y Desormeaux en Paris (4) desarrollaron diferentes modelos de cistoscopios para explorar la vejiga y la uretra. Éste diseñó un instrumento que se servía de espejos para hacer pasar la luz a través. La fuente de luz era una mezcla de alcohol y turpentina .
En esta búsqueda de la luz, Nitze presentó un cistoscopio con iluminación mediante un alambre de platino que era refrigerado por agua (3,4). Este diseño se basaba en las contribuciones de Bruck, un dentista que utilizó la misma tecnología para iluminar la cavidad bucal. Nitze tenía interés por realizar fotografías a través del cistoscopio, por lo que contactó con Laiter, en Viena, para integrarle en el proyecto. Pero su colaboración se vio interrumpida por rivalidades profesionales, como tantas otras veces.
Thomas Edison inventó la luz incandescente en 1879 y Newman la miniaturizó para poder utilizarla con un cistoscopio. Éste fue el diseño precursor del laparoscopio (3). Sin embargo, no fue hasta 1902 cuando Kelling (5), un cirujano alemán de Dresde, realizó la primera laparoscopia mediante un cistoscopio en la cavidad abdominal de un perro. Aunque nada se publicó al respecto, parece que Kelling también realizó el procedimiento en dos pacientes y utilizó el aire ambiente para crear el neumoperitoneo, que él consideraba esencial para conseguir una buena exposición.

La primera experiencia publicada sobre laparoscopia en humanos fue presentada en 1910 por Jacobeaus (6), que fue el primero en acuñar el término laparoscopia. Presentó su serie de 115 procedimiento con una única complicación debida al sangrado. Dimitri von Ott (7) también reclamó haber sido el primero en realizar una laparoscopia, pero su técnica era diferente. En este caso procedía a realizar una incisión en la cúpula vaginal para conseguir acceso a la pelvis y a la cavidad peritoneal mediante un espéculo. Por tanto, se le debe considerar como precursor de la cirugía laparoscópica ginecológica.

LOS AÑOS DEL OLVIDO
EL SALTO FINAL
BIBLIOGRAFÍA




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