Sumario
Info SECLA
Inforevista
Editorial
Paso a Paso
Día a Día
Nuevas tecnologías
Rincón del Residente
Noticias
Cursos y Congresos
Cartas a Endosurgery
Revisiones Bibliográficas
Foro
Informe Encuesta
Videoteca
Indice de Artículos
VIII CONGRESO SECLAVIII Congreso SECLA SantanderSitio Web:
www.secla2009.com

 

 


powered by FreeFind
 
HEMOSTASIA QUIRÚRGICA GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, A.Servicio de Cirugía General y Digestiva.
Hospital de Segovia

IV. DISPOSITIVOS  HEMOSTATICOS ELECTROMECÁNICOS

4.1. ELECTROCIRUGIA/RADIOCIRUGIA

La corriente eléctrica alterna de alta frecuencia ha sido, desde sus inicios la  herramienta más utilizada por el cirujano para seccionar o coagular tejidos. Los principios físicos en que se sustenta la electrocirugía están ligados a las propiedades energéticas de las partículas elementales. La corriente eléctrica es un flujo de electrones y las variaciones en la energía de los electrones son radiadas en forma de energía electromecánica y viceversa (recepción y emisión). Esto se debe a que el flujo de electrones tiene dificultad a su paso a causa de la resistencia que ofrecen los tejidos (impedancia) y cede energía en forma de calor. Los electrones no son absorbidos por el tejido pero su energía si lo es. Todos los electrones después de hacer su trabajo retornan a tierra buscando el camino de menor resistencia. Cuando el punto de contacto eléctrico es muy restringido, se concentrará mucha energía en él. Una densidad de energía superior al calor latente de vaporización hará que las células se desintegren en esa zona.
La corriente alterna presenta una onda de forma sinusoidal lo que refleja la polaridad alternante propia de esta corriente. Esto ayuda a comprender que la corriente de radiofrecuencia no fluye en una sola dirección, sino que se mueve rápidamente en dos direcciones a través de los tejidos. Estos principios se aprovechan para obtener las distintas funciones electroquirúrgicas: electrosección, pura o combinada, electrocoagulación; electrodesecación por fulguración, desecación parcial destructiva por medio de arcos eléctricos.

Las unidades electroquirúrgicas utilizan una corriente alterna de frecuencia superior a 0,3 MHz  con el fin de evitar la sobreestimulación nerviosa y la acumulación de carga eléctrica (efecto farádico) obteniendo sólo efecto térmico.  En el mercado dirigido a la cirugía hay dos tipos de instrumentos que se diferencian por la frecuencia portadora de su generador: electrobisturís y radiobisturís. Realizan funciones parecidas. Tan solo un accesorio delata claramente el tipo de equipo: el electrodo neutro que en el caso del radiobisturí se llama antena y está forrada de un material aislante que impide la conducción eléctrica a través de ella pero si permite la recepción y emisión electromagnética.

Es importante diferenciar la electrocirugía de la  radiocirugía.

La radiocirugía consiste en el paso de ondas de radio de alta frecuencia (RF) por encima de 3,5 MHz (3,8 MHz) puras y continuas a través de un tejido. La RF es una oscilación electromagnética y como tal provoca agitación molecular en tejidos que poseen gran cantidad de agua y sales, siendo capaces de conducir corrientes eléctricas. La resistencia del tejido a la corriente (entre 5000 y 10000 Ohmios) produce energía en forma de calor. Dicho calor es producto de campos electromagnéticos y no de chispas como con el electrobisturí convencional. El calor volatiliza el líquido intracelular, solamente en el punto de contacto del electrodo que permanece frío, con la consiguiente vaporización del tejido, sin chispazos o quemaduras. Este contacto se produce durante la coagulación pero no en el corte. Durante el corte se genera un campo eléctrico intenso alrededor del electrodo encargado de transmitir energía. Al aumentar la temperatura, se vaporiza el agua con sales y actúa como vehículo o conductor eléctrico. Se consigue mayor capacidad de control sobre el sangrado con menos necrosis. Sentamos así un principio básico en radiocirugía: COAGULAR NO ES NECROSAR.

Por el contrario, la electrocirugía utiliza una frecuencia mucho más baja, entre 0,3 MHz y 1,6 MHz. Debido a la resistencia que se produce al paso de la corriente eléctrica por el organismo, el electrodo se calienta, calor que se transmite directamente por contacto al tejido produciendo cicatrizaciones irregulares. El calor es producto de chispas que se producen por ionización de los gases o inflamación de las sales existentes en los tejidos que se volatilizan por exceso de tensión. Las chispas destruyen áreas de tejido de forma incontrolada y conllevan riesgo de edema, pequeñas hemorragias internas producidas por el tapón necrótico expulsado antes de producirse la cicatrización del vaso.

Ambos se diferencian de la electrocauterización  que utiliza corriente directa para calentar un instrumento que, a su vez,  calienta el tejido y cauteriza los vasos. Por lo tanto, la corriente no ingresa en el cuerpo del paciente; solamente la parte caliente del instrumento entra en contacto con el tejido.

4.1.1. UNIDADES ELECTROQUIRÚRGICAS

Una unidad electroquirúrgica estándar consta de:

  • Generador de RF: de alta potencia y alta frecuencia. Convierte la corriente casera de 60 hertz en corriente de AF utilizando circuitos de estado sólido.
  • Electrodo activo manejado por el cirujano
  • Electrodo de retorno del paciente o de dispersión
  • Controles que determinan la potencia de salida de cada una de las ondas producidas. La mayoría tiene dos potencias de salida: la llamada “corte” que es una corriente no modulada por el aparato y la llamada “coagulación” que es corriente modulada. Además hay una opción que es utilizar corrientes mixtas (blends) con voltajes picos de 2000- 5000 voltios.

Dependiendo de los tipos de electrodos utilizados, se trabaja con dos técnicas: monopolar y bipolar.
Técnica monopolar: Es la modalidad más utilizada por su versatilidad y efectividad clínica sobre todo en cirugía endoscópica, donde la hemostasia es más difícil y compleja que en cirugía abierta.
El cirujano utiliza un electrodo monopolar activo desde el que fluye la corriente de alta frecuencia a través del tejido a seccionar o coagular hasta el electrodo neutro o placa de toma de tierra colocada en el paciente, completando así el circuito. Así, el efecto de corte o de coagulación depende de la zona de contacto entre el electrodo activo y el tejido. Cuando pasa la corriente sin amortiguar a través del tejido, el electrodo activo funciona como un bisturí seco y las células de los bordes de la herida se desintegran, produciéndose una lesión térmica leve por fuera del plano de corte. Si las oscilaciones se amortiguan, se produce hemostasia sin corte ya que las células sufren deshidratación rápida y los vasos de los tejidos se coagulan pudiendo extenderse el daño a los tejidos adyacentes.
Es muy útil para disminuir la pérdida de sangre en cirugía extensa o cuando se levantan grandes colgajos de piel o músculo. La placa conectada a tierra para dispersar la energía, debe fijarse bien en un punto debajo del paciente y ser lo más grande posible. Si se desprende la placa, la energía abandona al paciente a través de cualquier salida disponible como los cables del ECG, y se producen quemaduras en la piel.
En cirugía laparoscópica, se ha descrito además de la quemadura de la piel, una mayor frecuencia de lesión de órganos adyacentes, principalmente intestino, que no suelen reconocerse en el momento de producirse y solo varios días después aparecen los síntomas de perforación28,29

Las causas de estas lesiones por quemadura durante la cirugía endoscópica con el uso del electrocauterio monopolar son:

  1. Lesión directa térmica por el extremo de un instrumento activado fuera del campo de visión del cirujano.
  2. Fallo del aislamiento del instrumento.
  3. Contacto del electrodo activo con trócares, laparoscopio u otros instrumentos conductores
  4. Acoplamiento o paso de corriente desde el electrodo a un conductor adyacente sin necesidad de contacto.

Técnica  bipolar: Utiliza dos electrodos activos iguales. Los dispositivos más utilizados son las pinzas de coagulación. La corriente circula por una de las hojas de las pinzas bipolares, atraviesa el tejido y se dirige a la otra hoja de la pinza retornando de nuevo al generador para cerrar el circuito. No se necesita  la dispersión de la corriente por lo que no es necesario el electrodo de retorno. Es más precisa que la técnica monopolar ya que limita el daño a los tejidos situados entre las puntas de la pinza y, además, puede utilizarse en un ambiente húmedo (cirugía urológica, ginecológica, ORL), pero tiene menor poder de hemostasia.

4.1.2. COMPLICACIONES DE LA ELECTROCIRUGÍA

    1. Lesiones térmicas accidentales
  • Lesión directa térmica por el extremo de un instrumento activado fuera del campo de visión del cirujano.
  • Afectación de estructuras vecinas por extensión de la zona de coagulación o vaporización. En cirugía laparoscópica, el uso de corriente bipolar minimiza, aunque no elimina, lesiones térmicas a tejidos adyacentes.
  • Derivación de corriente debido a que encuentra una salida directa del paciente a través de tomas de tierra distintas del electrodo de dispersión como cables del ECK o cuando el electrodo de dispersión se separa, se incrementa la densidad de potencia y se produce una quemadura en el sitio parcialmente separado.
    1. Acople directo

Contacto del electrodo con algún conductor como el tubo de laparoscopio o por rotura del material aislante que rodea al electrodo electroquirúrgico y se produce derivación de la corriente al tejido adyacente. En los procedimientos laparoscópicos, el intestino es el órgano más lesionado.
3.  Acople capacitivo
Cualquier electrodo unipolar laparoscópico activado que pase por una cánula metálica establece un campo eléctrico alrededor del instrumento. Este campo no es peligroso si el circuito se completa a través de una vía de dispersión como es la pared abdominal. Si la cánula metálica está anclada a la pared abdominal mediante un mango de plástico no conductor, la corriente no puede regresar a la pared abdominal y busca otra vía. El intestino es el conductor más cercano. Este problema también se presenta cuando el laparoscopio se introduce a través de una cánula de plástico.
La forma de evitarlo es usar sistemas de cánulas de material exclusivamente de plástico o de metal. En general, salvo que no existe intención de realizar procedimientos electroquirúrgicos unipolares laparoscópicos, las cánulas deben ser metálicas30,31.

4.1.3. MEDIDAS PARA EVITAR COMPLICACIONES

  • Colocar bien el electrodo de dispersión, a la menor distancia posible del campo quirúrgico, sin mediar tomas de tierra potenciales, como los cables del ECK.
  • El riesgo de acople capacitivo se minimiza si evitamos realizar electrocoagulación unipolar a través del tubo de laparoscopia
  • Para evitar lesiones de estructuras intra y extraperitoneales por activación accidental del electrodo activo, el instrumental que no se utilice debe colocarse en receptáculos de plástico o desconectarse del generador electroquirúrgico.
  • El uso de instrumentos electroquirúrgicos en la cavidad peritoneal debe ser prudente. La zona de lesión térmica significativa suele sobrepasar los límites de la lesión visible. Esto debe tenerse en cuenta al operar cerca de estructuras vitales. Además es importante aplicar la mínima energía necesaria para lograr nuestro objetivo.
  • El gel del electrodo neutro, que tiene sales adicionadas que garantizan su baja resistencia eléctrica, debe estar en perfectas condiciones.

4.2. RADIOFRECUENCIA (Cool-Tip, RITA)

Como hemos comentado, la corriente alterna a través del tejido crea una fricción a nivel molecular. El aumento de temperatura intracelular genera calor localizado intersticialmente. A temperaturas mayores de 60ºC, las proteínas celulares se desnaturalizan y coagulan rápidamente. Aunque la corriente alterna de alta frecuencia (radiofrecuencia) se había empleado durante más de 70 años en los dispositivos de cauterización, fue a principios de los 90 cuando comenzó a utilizarse de forma experimental en el tratamiento de los tumores hepáticos primarios y metastáticos. Produce desecación coagulante de los márgenes de resección que, posteriormente, pueden seccionarse con un bisturí frío. Inicialmente se empleó para resecciones segmentarias hepáticas y posteriormente ha permitido realizar resecciones mayores con excelentes resultados. Supuso un método de resección libre de transfusión. Consigue un margen de resección por fuera del tumor de 1 cm y deja 1 cm extra de superficie coagulada. 32,33
En el sistema de ablación Cool-tip, el generador funciona a 480 KHz y  dispone de un dispositivo que mide la impedancia del tejido administrando automáticamente la cantidad óptima de energía radiofrecuencia. Además, la circulación interna de agua a baja temperatura enfría el tejido adyacente al electrodo expuesto manteniendo una baja impedancia durante el ciclo de tratamiento. La baja impedancia permite una máxima liberación de energía para un mayor volumen de ablación, eliminando la carbonización de tejido. Funciona  con dos tipos de electrodo: simple y en racimo para tratar zonas mayores de 3 cm de diámetro máximo.
Su principal aplicación es el tratamiento de lesiones tumorales hepáticas, primarias y metastásicas, y como instrumento adyuvante en las resecciones hepáticas cuando no es posible conseguir un margen peritumoral de 1 cm. La proximidad a vasos de mediano-gran calibre limita su uso, al enfriar la sangre la punta del instrumento obteniendo necrosis tumorales incompletas.
En la transección hepática Asistida por Radiofrecuencia se utiliza un electrodo Cool-tip® que se insertado a lo largo del plano de transección de manera seriada cada 1-2 cm, aplicando la energía durante 1 a 2 min, para crear cilindros coagulados de tejido solapados, que pueden ser seccionados con bisturí. La ventaja de esta técnica es su simplicidad comparada a las demás técnicas (kellyclastia, digitoclastia). Una de las potenciales desventajas es el sacrificio del parénquima hepático que es dañado por coagulación, al dejar hasta 1 cm de tejido necrótico en el margen de sección, que puede ser crítico en los pacientes cirróticos. Además, hay que tener en cuenta  el daño térmico de las estructuras hiliares y las venas hepáticas34,35.

imagen

4.3. COAGULADOR DE ARGÓN (ABC)

El coagulador de haz de argón supuso un importante avance en la tecnología electroquirúrgica. Mejora la efectividad clínica enfocando la energía radiofrecuencia en un haz de argón direccional, sin contacto y a temperatura ambiente.
El gas argón es un gas inerte, no reactivo, más pesado que el aire por lo que resulta fácil de ionizar. En la electrocirugía clásica, la chispa provocada por el generador ioniza el aire. En la coagulación por argón, la energía radiofrecuencia ioniza el gas argón permitiendo el flujo libre de electrones al tejido. En esencia, el gas actúa como un puente eléctrico, creando un túnel de gas ionizado por donde se desplaza la corriente radiofrecuencia entre el tejido y el electrodo. Así, la energía radiofrecuencia forma túneles de arcos más pequeños, más numerosos, más uniformes en diámetro y profundidad, y distribuidos regularmente en el tejido. Esto supone una hemostasia más rápida, una escara más homogénea, menor daño tisular y una mejora en la capacidad de cicatrización36
Además, el flujo de gas argón tiene como misión limpiar el punto de actuación de fluidos para permitir la coagulación directamente sobre el tejido, reduciendo la carbonización. También desplaza el oxígeno y nitrógeno del aire que, normalmente, ocuparían el espacio entre el electrodo y el tejido, lo que supone una combustión reducida con menor producción de humo y olor.
La profundidad de penetración depende tanto de la potencia y duración de la aplicación como de las características del tejido. En cualquier caso, la profundidad es menor (no más de 2-3 mm) que con la RF sólo, lo que significa menos tejido necrótico, menor posibilidad de desprendimiento de la escara y de sangrado postoperatorio, y mejor cicatrización. Además, el modo activo del haz no se inicia hasta que el extremo se encuentra a 1 cm del tejido. Esta longitud de haz limitada, combinada con la naturaleza direccional del haz, optimiza la seguridad del uso del ABC.
Permite lograr la hemostasia en cirugía de órganos parenquimatosos empleando una coagulación monopolar con una técnica sin tocar y con menor producción de humo, lo que resulta muy útil en laparoscopia. También puede emplearse para la disección en la proximidad del intestino, uréter y vejiga.
Entre las complicaciones potenciales durante su empleo en laparoscopia se han descrito la producción de embolismos de argón cuando se usan flujos altos y la sobredistensión accidental del paciente si falla la expulsión de gas.

4.4. LIGASURE /ATLAS (VALLEYLAB)

El generador bipolar Ligasure es un sistema exclusivo de sellado de vasos con salida de corriente de alta frecuencia y bajo voltaje controlada por un microprocesador. Actúa mediante una combinación optimizada de presión y energía de alta frecuencia sellando vasos de hasta 7 mm de diámetro.
A diferencia de los métodos tradicionales de diatermia que actúan produciendo deshidratación tisular con reducción de la luz vascular y formación de un trombo, Ligasure actúa gracias a la desnaturalización del colágeno y la elastina que forman las paredes de los vasos, con el consiguiente sellado por fusión de la íntima bloqueando totalmente el flujo sanguíneo sin formación de coágulo intravascular. De esta forma, el área tratada alcanza una resistencia similar a la conseguida con una sutura o clip metálico, produciendo un sellado que soporta hasta el triple de la presión sistólica.
La principal ventaja teórica de Ligasure sería el control automático de la energía liberada, la mínima lesión térmica por fuera de las pinzas del dispositivo (0,5-2mm)  y la ausencia de necrosis tisular. El sistema de control dispone de un circuito que mide la impedancia tisular entre las mandíbulas de las pinzas y administra automáticamente la energía adecuada, de forma que el efecto tisular es independiente del tipo o de la cantidad de tejido, parando de forma automática una vez realizado el sellado tisular. Puede utilizarse tanto en cirugía abierta como laparoscópica37,38

Figura 1

4.5. LÁSER QUIRÚRGICOS

Son instrumentos multifunción que pueden cortar, coagular, vaporizar tejido, soldar y destruir selectivamente tejidos patológicamente pigmentados. Su uso ha permitido el desarrollo de modalidades terapeúticas que de otra manera no hubieran sido posibles. En su época inicial, los cirujanos norteamericanos hacían especial énfasis en la utilización de la energía láser en la cirugía laparoscópica. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de carácter comercial y, aunque la tecnología láser es un método seguro de corte y coagulación, no evita las posibles complicaciones del electrocauterio y es mucho más caro que la energía eléctrica39,40
Existen numerosos tipos de láser, pero los más utilizados son los de neodimio YAG, el de argón y el de CO2.

4.5.1 LÁSER DE ARGÓN

Obtiene su energía de la rotación y vibración de electrones de argón que, en ese momento, emiten un rayo monocromático de  luz azul verdosa que puede enfocarse con gran precisión. La hemoglobina de los eritrocitos absorbe esa energía que se transforma en calor produciendo una lesión térmica  superficial. Las ventajas incluyen: rapidez, mejor cicatrización y ausencia de la reacción de cuerpo extraño que acompaña a las suturas.

4.5.2 LÁSER DE CO2

Sus efectos se deben al calentamiento instantáneo del agua intracelular hasta el punto de ebullición con explosión celular. Adicionalmente, el calentamiento genera vapor y carboniza los tejidos. Produce una región de necrosis tisular de 0,1 mm de diámetro, equivalente a la producida por el bisturí frío, con excelente efecto hemostático por lo es especialmente adecuado para la excisión quirúrgica de amplias superficies. No tiene ventajas sobre el BE en la formación de adherencias postoperatorias y tiene un efecto potenciador de la infección de las heridas, lo que desaconseja su empleo en incisiones quirúrgicas.

4.5.3 LASER NEODIMIO YAG

La penetración del rayo láser es baja con el argón, intermedia con el CO2 y más profunda con el Nd-YAG. Produce coagulación destructiva de los tejidos. La ventaja es que se puede dirigir la energía luminosa a través de una fibra de cuarzo flexible permitiendo su empleo en endoscopia de fibra óptica en el interior de senos paranasales y árbol bronquial41

4.6. DISECCIÓN ULTRASÓNICA

El debate sobre las ventajas-inconvenientes del empleo de la energía eléctrica en cirugía permanece abierto y se siguen buscando alternativas, especialmente tratando de desarrollar métodos más seguros e igualmente eficaces para realizar las técnicas endoscópicas. Uno de estos avances  es la utilización de energía ultrasónica, que depende de la propagación de ondas ultrasónicas con frecuencias superiores a 20.000 ciclos/seg (mayores que los sonidos audibles).
Los aparatos de disección ultrasónica funcionan como un vibrador acústico. Las ondas ultrasónicas se producen aplicando la energía eléctrica a un transductor que convierte esta energía eléctrica en mecánica, vibrando el extremo del instrumento en sentido vertical en contacto con los tejidos42
Se han desarrollado dos formas diferentes de tecnología:

4.6.1. BISTURÍ CAVITRON® CUSA (COMPACT ULTRASONIC SURGICAL ASPIRATION)

Es un disector ultrasónico que opera en el rango de 23 kHz. El terminal vibra en dirección axial a una frecuencia 23.000 ciclos/seg., con un desplazamiento vertical de 200-300 micrómetros. Actuando sobre los tejidos produce cambios en la presión tisular fragmentando células. Este fenómeno se llama cavitación. Se combina esta acción con una poderosa aspiración simultánea que permite la aspiración de los restos celulares.
El CUSA fragmenta de modo selectivo los tejidos con alto contenido en agua y poco colágeno como es el caso de los tumores. En cambio, los tejidos ricos en colágeno, vasos y nervios, son preservados y pueden identificarse. Estas características han hecho que desde la década de los 80 haya sido utilizado ampliamente en la cirugía abierta, especialmente hepática. Posteriormente se han adaptado terminales para la cirugía endoscópica.

Figura 2

Las ventajas para reducir la pérdida de sangre, disminuir la lesión tisular y mejorar la visibilidad se han demostrado en resecciones hepáticas, esplénicas, pancreáticas, renales, prostáticas, peritonectomía y citorreducción en cáncer de ovario, resección de tumores de médula espinal y cerebro. También es útil en la proctectomía mucosa en casos difíciles43-45
Sin embargo, hay limitaciones para esta tecnología en cirugía endoscópica que han impedido que se haya extendido su uso, especialmente porque el CUSA carece de efecto hemostático y tiene escasa posibilidad de cortar tejido conectivo; esto hace necesario combinar su uso con el bisturí eléctrico, lo que complica, en lugar de facilitar, la técnica.

4.6.2. BISTURI ULTRASÓNICO. ULTRASONIC SHEARS (AUTOSONIX, ULTRACISION)

Es un instrumento ultrasónico con el mismo fundamento que el CUSA, es decir, la energía eléctrica se transforma en energía mecánica y ésta en térmica a través de un transductor que hace vibrar la punta del instrumento en sentido axial, a una frecuencia constante de 55,5 kH2 (55.500 ciclos/seg.), con un desplazamiento vertical de 50-100 micrómetros.
De esta manera se consiguen los efectos de coagulación y corte mediante transferencia de la energía mecánica a los tejidos, en el punto preciso de impacto. No existe pues paso de corriente eléctrica a través del paciente. Los efectos del BU se alcanzan a una temperatura relativamente baja de 80º, por lo que las lesiones en los tejidos adyacentes son menores en profundidad (< 1 mm), que las que producen el bisturí eléctrico y el láser. Éstos, al trabajar con temperaturas mas elevadas producen lesiones térmicas laterales de varios milímetros en profundidad.  Por eso, el BU permite actuar cerca de estructuras vasculares y órganos de paredes finas como la vía biliar, pared intestinal etc., sin temor a lesiones térmicas consiguiendo un corte uniforme y una perfecta coagulación. Puede ocluir con seguridad vasos de hasta 4 mm, así como conductos biliares. Para estructuras de mayor diámetro deben emplearse clips o suturas. El BU actúa preferentemente sobre células con gran contenido en agua como el tejido graso. Se muestra especialmente útil en aquellos tejidos donde existen numerosos vasos, especialmente cuando están rodeados de tejido graso (epiplon, mesos)46,47
No produce humo lo que hace que sea muy útil en cirugía laparoscópica evitando, además, los riesgos potenciales del paso de la corriente a través del paciente y los instrumentos que utilizamos en la disección sin ningún riesgo de lesión de órganos situados fuera de la visión del cirujano48
En la práctica clínica existen algunas exigencias que es preciso tener en cuenta para la utilización del BU:

  1. Necesita de un mayor tiempo de aplicación que el electrocauterio, lo que exige una adaptación de la técnica laparoscópica habitual para obtener el efecto hemostático en el corte y conseguir las ventajas de su uso49,50
  2. Son posibles al principio fallos derivados de la aplicación demasiado corta del instrumento. Esta falta de paciencia produce una reacción instintiva de tracción antes de que se hayan producido los efectos hemostáticos.
  3. Al principio es preciso ajustar la porción de tejido a seccionar y la presión de la tijera, así como el tamaño de los vasos que pretendemos coagular.
Figura 3

4.7. TISSUELINK FLOATING BALL

Es un instrumento que permite precoagular y disecar y puede usarse con la mayoría  de los generadores estándar. Sella el tejido al encoger el colágeno y músculo liso tisular produciendo un efecto permanente, rápido y limpio. No perfora lo vasos ni el tejido y permite un control exacto de la energía impartida al tejido próximo a tejidos vitales.
Utiliza un líquido conductivo (suero salino 0,9%) conectado al instrumento, ajustando el número de gotas de suero que caen a la potencia utilizada, de forma que el líquido infundido en la punta contacta con el tejido y se une a la energía RF para sellarlo. La energía húmeda enfría el tejido y mantiene la temperatura a 100ºC evitando su quemadura, escara, adherencia a los tejidos y formación de humo mejorando la visibilidad51,52
Se utiliza  en cirugía hepática en combinación con el CUSA ya que precoagula el tejido hepático sin quemarlo antes de ser resecado con lo que previene la pérdida de sangre, sin dejar cuerpos extraños como grapas, suturas o pegamentos. El resultado es una cirugía rápida, precisa y sin transfusión, acortando el tiempo y el esfuerzo quirúrgicos.

Figura 4

4.8. MICROTAZE (COAGULADOR TISULAR MICROONDAS)

Dispositivo de coagulación tisular de fabricación japonesa que consigue el denominado efecto bisturí haciendo que los tejidos absorban las microondas generadas por una antena monopolar. Se comporta como un bisturí romo que coagula y fija los tejidos, sin una función de corte, controlando la cantidad de energía liberada dentro del tejido. Su principal inconveniente es el riesgo de infección debido a la necrosis que produce y consecuente desprendimiento del margen de sección.53

 

Página desarrollada por Edicorp. Webmaster:[email protected]