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DISCUSIÓN

"No one can stop an idea whose time has come" ("Nadie puede detener una idea cuando ha llegado su hora") Bendavid. Congreso de la ISS/SIC Estocolmo 1991.



¿Por qué nos planteamos escribir sobre este tema? Puede que hubiera llegado el momento, puesto que al iniciar nuestro trabajo descubrimos que no existen muchas referencias en la literatura nacional. Los problemas asociados a nuestra especialidad son tan complejos y tan variados que centrarnos en las mujeres podría considerarse un objetivo "de segunda línea": esos problemas afectan a menos personas que, además, hasta el momento se quejan menos.

De los veinte hospitales encuestados, sólo en uno el Jefe de Servicio de Cirugía General es una mujer. Además los porcentajes más altos de mujeres en los Servicios de Cirugía corresponden a las categorías profesionales más bajas (residentes) y a las modalidades laborales más precarias (contratos de sustituciones y guardias).

La primera afirmación, aunque es un resultado de la encuesta, ha sido evidentemente sesgada por nuestra intervención, ya que el Hospital Jove de Gijón fue seleccionado porque conocíamos a su Jefe de Servicio de Cirugía. En realidad, este es el único caso que conocemos donde se produzca este hecho. Pero ¿por qué no avanzan las mujeres cirujanos en sus carreras como los hombres? La explicación simplista que considera que no ha pasado tiempo suficiente desde que las mujeres empezaron a llenar las aulas de la licenciatura de Medicina, no es del todo cierta; hay otros factores importantes.

  1. El estilo de vida de un cirujano y de un residente de Cirugía es muy complejo. Es difícil hacer previsiones de futuro, organizarse la vida y la época laboral más conflictiva coincide con la época de tener familia. El tiempo dedicado al trabajo se le roba al hogar y viceversa. Un joven cirujano que comienza una carrera académica tiene que compatibilizar la práctica clínica con un programa de investigación productivo, docencia y publicaciones. Todo esto exige grandes sacrificios para un hombre, pero muchos más a una mujer si quiere tener una familia.
  2. Los individuos ascienden en el sistema no sólo por su propia iniciativa, sino por estar convenientemente "patrocinados" por los cirujanos senior. Los mentores son esenciales para el desarrollo de las carreras profesionales y es muy probable que las mujeres no sean "protegidas" de forma activa con tanta frecuencia (ni con tanto entusiasmo) como los hombres. No hay suficientes mujeres en puestos importantes en los Departamentos de Cirugía como para proporcionar el soporte necesario a la mayoría de mujeres jóvenes.
  3. El sexismo es prevalente en Medicina y en Cirugía e influye en el desarrollo de las carreras femeninas en un mundo de hombres.

¿Qué debería hacerse para corregir esta desigualdad y la falta de presencia de la mujer en los "pasillos del poder" de la Cirugía?

  1. Primero y más importante: debería reclutarse con entusiasmo a las jóvenes estudiantes para que elijan Cirugía como especialidad y para que se decidan por carreras académicas. De este modo, se tendería a formar un núcleo de modelos para estudiantes y la "cantera" de futuras posiciones de liderazgo.
  2. Tender a establecer un clima de respeto mutuo y profesionalidad donde las posturas sexistas no sean aplaudidas o admitidas de forma tácita, en todos los ámbitos de la Cirugía, pero sobre todo en sus "núcleos de poder".
  3. Tratar a las mujeres con igualdad, es decir, asignándoles la misma carga de trabajo que a los demás, con tiempo para la formación continuada y la investigación, y con la flexibilidad suficiente para permitirles y ayudarles a tener una vida personal y familiar, lo que sin duda redundará en beneficio de todo su ámbito laboral (3,4).

Aunque en casi todos los hospitales encuestados se realiza cirugía laparoscópica programada (18 de 20), casi el 50% del total de los cirujanos la realizan, y de ellos solo el 19,3% son mujeres. En cambio, solo en la mitad de los hospitales realiza cirugía general por laparoscopia en el ámbito de la urgencia, y se encargan de ello el 13,5% de los cirujanos, con un porcentaje de mujeres superior al de la cirugía laparoscópica programada.

¿Por qué menos de la mitad de los componentes de los Servicios de Cirugía participan de la actividad en cirugía laparoscópica, que es una práctica extendida que forma parte de la rutina de la mayor parte de los hospitales? Este hecho tiene varias posibles explicaciones "grosso modo": la primera procede de un vistazo a la edad media de los cirujanos de los Servicios de Cirugía encuestados, para comprobar que más del 60% del personal tiene más de cincuenta años. La Cirugía General es una especialidad muy envejecida, en la que las innovaciones por más que se escriban, se investiguen y se difundan, no pueden ser aprendidas y aplicadas por todos.

La segunda posible explicación es un poco más enrevesada: todos sabemos que cuando se empezó a practicar la cirugía laparoscópica en nuestro país había quien ponía paños en las puertas de los quirófanos para evitar "mirones". No sería tan difícil que todavía en algunos centros la cirugía laparoscópica fuera considerada como una especie de "coto cerrado" para unos pocos privilegiados.

Las dificultades que conlleva la introducción del abordaje laparoscópico en la urgencia son por todos conocidas: van desde la disponibilidad del aparataje y del instrumental, hasta la buena o peor voluntad de todo el personal (enfermería, auxiliares, anestesiólogos, resto de equipo de cirujanos de guardia, etc.) En ocasiones, la falta de colaboración tiene que ver con experiencias más o menos dramáticas sufridas con determinados cirujanos, pero la mayor parte de las veces el problema es simplemente la resistencia al cambio porque la colaboración a cualquier innovación requiere un gasto extraordinario de energía. Además, la presión asistencial viene a dificultar todavía más las cosas, sobre todo en los grandes hospitales. Por todo lo dicho, no es de extrañar que sólo la mitad de los hospitales encuestados hayan conseguido introducir la laparoscopia en la urgencia de Cirugía General. Que haya un porcentaje mayor de mujeres operando por laparoscopia en la urgencia que en la cirugía programada tampoco es raro: en la urgencia de los hospitales docentes operan los residentes (mayoritariamente mujeres, como ya se ha señalado), supervisados por cirujanos con contratos basura de guardias o parciales (en un gran porcentaje mujeres). En ausencia de residentes, operan estos últimos.

Manos de dama
Se ha dicho que la cirugía laparoscópica tiene algo de "femenino", porque requiere grandes dosis de paciencia y cuidado, y porque el campo debe mantenerse permanentemente limpio para poder operar sin dificultades. En realidad esto no es más que parte del atavismo que asocia "lo delicado" a la mujer. La delicadeza no siempre es una característica femenina y, desde luego, no puede afirmarse que haya características masculinas y femeninas. Sin embargo, ante situaciones similares, los hombres y las mujeres en general no responden de la misma manera, y esta diferencia de comportamiento es percibida por unos y otras.

Las mujeres profesionales de la Cirugía pueden aportar a esta maravillosa y denostada profesión muchas cosas, empezando por una forma de estar en el quirófano que no tiene nada que ver con la tradicional prepotencia masculina, y también una forma más humana de relacionarse con los pacientes (6).

Actividad docente e investigadora

En el grupo total de los Servicios de Cirugía de los veinte hospitales hay 89 doctores (23,1% del total). De ellos sólo catorce son mujeres (15,7%). Sin embargo, una cuarta parte de los proyectos de investigación están liderados por mujeres y casi un 20% de los primeros autores de los trabajos publicados son también mujeres.


"…Es de crucial importancia ser generoso con la información y creer firmemente que el conocimiento, como el amor, no es nada hasta que se comparte" Rosemary Hickman. Department of Surgery and Medical Research Council Liver Research Centre. Universidad de Cape Town, Sudáfrica.


¿Porqué hay tan pocas mujeres que hayan iniciado su actividad académica empezando por obtener el Doctorado? El porcentaje no es alto tampoco para el global de la especialidad. Por un lado, es posible que una parte de los cirujanos (tanto hombres como mujeres) tengan un concepto más práctico o "utilitarista" de su profesión, que les impide encontrar el sentido al tiempo y el esfuerzo que requiere la carrera académica. Esta falta de interés puede estar reforzada, en el caso de las mujeres, por la falta de estímulo y de modelos femeninos y por todas las dificultades de compatibilidad con la vida personal y familiar que antes mencionábamos. Sin embargo, las mujeres no pasan desapercibidas en las memorias de actividad investigadora de Cirugía de los hospitales

El papel de la mujer en la investigación quirúrgica

Las mujeres tienen peculiaridades que las hacen particularmente adecuadas para la investigación, y la investigación en sí misma puede tener características que la hacen especialmente adecuada para una mujer.

  1. En lo que se refiere a la administración, las mujeres probablemente tienen más habilidad para ser versátiles frente a muchos hombres, que prefieren entornos más estereotipados. En cualquier caso, las habilidades y las cualidades individuales deben ser reconocidas y explotadas.
  2. Hay algunos aspectos de la carrera investigadora que la mujer, debido a sus papeles tradicionales, puede manejar mejor que el hombre: todos los días puede ser necesario tomar decisiones "de naturaleza doméstica" en el Laboratorio, o tratar simultáneamente con más de dos situaciones críticas, que es algo a lo que las mujeres solemos estar acostumbradas. Tampoco nos resulta difícil ver el conjunto de las situaciones, además de sus partes, y adaptarnos rápidamente a los cambios.
  3. Aunque la vida de un investigador no es tan predecible como la de un clínico, tiene ventajas para una mujer que quiera combinar su vida profesional con crear una familia. Con una buena organización, hay una gran parte de trabajo que puede hacerse en casa y, además, se pueden aprovechar las esperas o desplazamientos para leer o escribir a mano. Además, si es necesario y no existen impedimentos especiales, un laboratorio es un sitio al que se pueden llevar un bebé o un niño pequeño, y suele haber un grupo de personas dispuestas a cuidarlo eventualmente (7).

 

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