CONCLUSIÓN
Mujeres cirujanas: ¿quién dijo miedo?
Es evidente que los cirujanos y las cirujanas no trabajamos en las
mismas condiciones. Por eso, es necesario que hablemos de sexo.
Pero si tenemos que poner encima de la mesa nuestras diferencias
asumamos de una vez que no somos iguales, ni falta que hace-,
debería ser para reconocer que de ellas podemos obtener importantes
beneficios. Todos los implicados en nuestra profesión, pero
fundamentalmente los pacientes, saldrían ganando mucho si
la mujer se integrara de una vez por todas, pero no a medias, en
la cirugía con las mismas responsabilidades y oportunidades
que los hombres. Porque la situación actual no es justa ni
conveniente para la cirugía, y debemos luchar para que lo
sea.
AGRADECIMIENTOS:
Las autoras agradecen sinceramente la colaboración de los
cirujanos y cirujanas que han aportado la información recogida
para nuestras encuestas en los siguientes hospitales: Hospital de
El Escorial, Hospital Santa Bárbara (Puerto Llano, Ciudad
Real), Hospital General Básico de Baza (Granada), Hospital
Provincial de Zamora, Hospital de Jove (Gijón, Asturias),
Hospital Nuestra Señora del Prado (Talavera de la Reina,
Toledo), Hospital Valle del Nalón (Langreo, Asturias), Hospital
General de Segovia, Hospital Virgen de Altagracia (Manzanares, Ciudad
Real), Hospital Virgen de La Luz (Cuenca), Hospital General de Jerez
de la Frontera (Cádiz), Hospital Virgen de la Victoria (Málaga),
Hospital Xeral de Lugo, Hospital de Basurto (Bilbao, Vizcaya), Hospital
Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza), Hospital Son
Dureta (Palma de Mallorca), Hospital Infanta Cristina (Badajoz),
Hospital Ramón y Cajal (Madrid) y Hospital Virgen del Rocío
(Sevilla). Estos datos conforman la base de este trabajo.
A los Dres. Albarrán y Nisa, por su especial colaboración
en forma de entrevista.
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