EL SALTO FINAL
El salto final hasta el uso actual de la cirugía videoscópica
tuvo lugar en los años 80. Eric Mühe, un cirujano alemán,
realizó la primera colecistectomía laparoscópica
en 1985. Poco después Mouret, en Lyon, llevó a cabo
una colecistectomía laparoscópica en una paciente
sometida a una intervención ginecológica, pero no
la publicó. En 1988, mientras que Francois Dubois realizaba
una de sus minicolecistectomías, su enfermera, Claire Jeaupitre,
le comentó que la vesícula se podía extraer
de la cavidad abdominal por incisiones aún menores de las
que él mismo utilizaba. Tras contactar con Mouret y ver la
grabación en vídeo (15), Dubois comenzó a aprender
las técnicas laparoscópicas en modelos animales y
realizó su primera colecistectomía laparoscópica
en abril de 1988. Otros, como Perissat en Francia o McKernan en
los Estados Unidos siguieron sus pasos. Cientos de cirujanos fueron
a aprender la técnica directamente de los pioneros franceses
y americanos, lo que dio origen a lo que es comúnmente conocido
como la SEGUNDA REVOLUCIÓN FRANCESA.
Desde entonces han aparecido más procedimientos laparoscópicos.
Por ejemplo, la apendicectomía laparoscópica fue realizada
por primera vez por Debrock en Alemania como procedimiento asistido
y la primera experiencia fue publicada por Schreiber en 1987 (16),
que tiene el honor de ser el primer cirujano que extirpó
un apéndice con inflamación aguda por laparoscopia.
Otros atrevidos cirujanos laparoscopistas introdujeron otras técnicas:
las de sutura intracorpóreas se deben a Szabo (17). Kathouda
y Mouiel describieron la vagotomía y la seriomiotomía
laparoscópica, seguidos por Zucker y Bailey con la vagotomía
supraselectiva. La exploración transcística de la
vía biliar principal fue comunicada posteriormente por Phillips
y Petelin (18). Dallemagne y Hunter (19) popularizaron la reparación
laparoscópica del hiato esofágico en el tratamiento
del reflujo y la hernia de hiato. E incluso los pacientes oncológicos
se beneficiaron del abordaje laparoscópico. De hecho, Peter
Goh (20) describió la gastrectomía laparoscópica.
Actualmente, hay una gran cantidad de procedimientos que se pueden
llevar a cabo por abordaje endoscópico.
La industria se vio sacudida por el terremoto de la laparoscopia.
La competición por el mercado llevó al desarrollo
de múltiples instrumentos y a la mejora de los sistemas ópticos.
Los sistemas laparoscópicos de sutura-grapado supusieron
una enorme ayuda para ampliar las opciones terapéuticas.
Los sistemas robóticos de sujección de la cámara
permiten al cirujano la realización de intervenciones complicadas
con menos ayudantes, y la tecnología de 3D puede servir potencialmente
en las técnicas quirúrgicas avanzadas.
Sin embargo, la revolución que se inició con la colecistectomía
laparoscópica ha enlentecido su paso. Ahora es más
difícil encontrar nuevos caminos para realizar nuevos procedimientos
por vía endoscópica y obtener los mismos resultados
con la vía abierta. En palabra de Nagy y Patterson (21):
“Hay muchos escépticos en la comunidad quirúrgica.
Sin embargo, el escepticismo parece alimentar el entusiasmo de los
verdaderos creyentes en la cirugía laparoscópica...”.
Sólo el tiempo lo dirá.
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