RESULTADOS
Se completó la técnica
laparoscópica en 42/46 pacientes (91.3%). En los cuatro pacientes
en los que hubo que reconvertir, uno de los casos fue por adherencias
múltiples y en los tres restantes casos por perforación
de la mucosa. Complicaciones intraoperatorias surgieron en 7/46
casos (15.2%) en forma de sección de la rama anterior del
nervio vago en un paciente y en los seis (13.04%) restantes por
perforaciones de la mucosa esofágica o gástrica. De
las seis perforaciones de la mucosa, cuatro se produjeron en pacientes
con un esófago mayor de 5 cms. preoperatorio y en ninguna
de ellas estaba relacionada con la utilización de cauterio.
Un 50% de estas perforaciones (3/6) fue reconvertida a cirugía
abierta, siendo éstas reconversiones realizadas entre los
años 1993 y 1995; las otras tres perforaciones posteriores
a esas fechas fueron suturadas durante la técnica cerrada.
Tras el alta,
un paciente desarrolló un hemotórax izquierdo que
fue resuelto mediante la colocación de un tubo de tórax.
El tiempo de estancia postoperatorio fue de 3.8 días (mediana
de 3) sin complicaciones postoperatorias inmediatas. No ha habido
ningún caso de fístula postoperatoria y la mortalidad
fue nula. El período de seguimiento medio fue de 33 meses
(de 2 a 93 meses).
En cuanto a los resultados clínicos de la intervención,
en 39/46 pacientes (84.78%) los resultados fueron excelentes con
ausencia de síntomas, no recidiva de la disfagia y dieta
de consistencia normal. En 6/46 pacientes (11.08%) se describieron
episodios ocasionales de dolor retroesternal que referían
como iguales a los preoperatorios con recidiva ocasional de la disfagia
a sólidos. Todos estos pacientes presentaban en el preoperatorio
ondas de alta presión y fueron tratados con antagonistas
del calcio (nifedipino), mejorando todos ellos en posteriores revisiones,
por lo que se atribuye dicha sintomatología a los espasmos
esofágicos ya presentes preoperatoriamente.
En 1/46 (2.17%) el resultado obtenido es pobre con recidiva de la
disfagia durante periodos prolongados desde los cuatro meses siguientes
a la intervención y manometría compatible con acalasia,
por lo que precisó reintervención quirúrgica
a los dieciocho meses, desmontándose el antirreflujo previo
y ampliando la miotomía previa (la reintervención
fue mediante laparotomía). A los diez meses de la segunda
intervención el paciente está asintomático
y con controles con esofagograma y Phmetrícos normales. (Tabla
3).
Tabla 3. Resultados clínicos
Ausencia de síntomas
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Dolor Retroesternal Ocasional
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Recurrencia de síntomas
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39/46 (84.78%)
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6/46 (11.08%)
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1/46 (2.17%)
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A 40 de los 46 pacientes, en los 4 primeros meses de postoperatorio,
se les realizó un esofagograma de control observándose
en todos los casos -salvo en el reintervenido- reducción
del diámetro esofágico y un tránsito esófago-gástrico
ininterrumpido.
Phmetría se realizó en 37/46 pacientes también
en los primeros meses del postoperatorio describiéndose RGE
leve en 6/37 pacientes (16.21%), que fue tratado farmacológicamente
mediante inhibidores de la bomba de protones.
Panendoscopia oral se realizó a 28/46 pacientes a los dos
años de la intervención, hallándose esofagitis
leve en dos de los pacientes, que fueron tratados con inhibidores
de la bomba de protones. Un paciente remitido a otra ciudad por
cambio de domicilio desarrolló un carcinoma epidermoide esofágico,
falleciendo al año y medio de su diagnóstico. A este
paciente se le había realizado una panendoscopia oral un
año antes habiendo sido normal.
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