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INTRODUCCIÓN:

El conocimiento de la fisiopatología de la enfermedad ulcerosa y la erradicación del Helicobacter pylori han disminuido significativamente la incidencia de complicaciones de la enfermedad ulcerosa péptica. Sin embargo, cuando se presentan, el único tratamiento efectivo es la intervención quirúrgica.

Con el progreso de la laparoscopia, el tratamiento quirúrgico de la úlcera perforada puede realizarse mediante una vía de acceso poco invasiva.

En la úlcera duodenal perforada, el acceso por laparoscopia puede considerarse en la actualidad como el método de referencia. La técnica quirúrgica es sencilla, si se tiene experiencia en este tipo de cirugía.

El Tratamiento de la perforación es la sutura simple, con o sin epiploplastia, y el de la enfermedad ulcerosa por vía laparoscópica que es admitida por la mayor parte de las escuelas quirúrgicas, no es fácil sumarla al simple cierre de la perforación por diversas razones: técnica, tiempo operatorio, personal, paciente, medios en la urgencia etc.

La VGP por laparoscopia puede ser una técnica útil para resolver la enfermedad ulcerosa del perforado duodenal. La V.T bilateral, con o sin drenaje gástrico (dilatación del píloro o piloroplástia), es otra opción valida, no descartándose la G.L y vagotomía troncular posterior.

Describimos en la "Técnica paso a paso" la simple sutura del ulcus perforado y la
Vagotomía trocular bilateral y piloroplastia.


SUTURA LAPAROSCÓPICA DEL ULCUS DUODENAL PERFORADO

Fig. 1. Visión laparoscópica del ulcus píloro-duodenal perforado con reacción inflamatoria y fibrina.
Fig. 2. Contenido gastro-biliar en la perforación del ulcus péptico.
Fig. 3. Inicio de la sutura. Con el contraporta se sujeta la aguja del porta laparoscópico.
Fig. 4. Inicio del anudado intracorpóreo laparoscópico con aguja y contraporta.

Fig. 5. Cierre del orificio de la perforación con el anudado intracorpóreo del  punto laparoscópico.

Fig. 6. Protección de  la sutura de la perforación con epíplon.


VAGOTOMÍA TRONCULAR Y PILOROPLASTIA LAPAROSCÓPICA

Fig. 1. Disección y presentación del vago anterior separándolo con el gancho laparoscópico. El ayudante separa el lóbulo hepático mediante un separador de abanico.

Fig. 2. Visualización del vago posterior sobre el pilar derecho del diafragma.

 

Fig.3. Tracción del vago posterior con el gancho laparoscópico.
Fig.4. Piloromiotomía longitudinal con electrocoagulación favorecida por dos puntos de tracción.

Fig.5. Exposición de la vertiente posterior gastro-duodenal, separadas por la barrera pilórica.

 

Fig.6. Comienzo de la piloroplastia con el primer punto central en la vertiente duodenal. Se realizan puntos entrecortados utilizando dispositivo automático tipo lanzadera.
Fig.7. Sutura intracorpórea con puntos sueltos cerrando la cara anterior de la vertiente gastroduodenal.

Fig.8. Piloroplastia finalizada con puntos entrecortados que cierran la apertura de la pilorotomía gastroduodenal.


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