DISCUSION
Diversos ensayos clínicos controlados (CBE)(7-8)
han demostrado asociación y no causalidad entre el sexo masculino,
los hallazgos operatorios y los resultados de la colecistectomía,
lo que tiene importantes implicaciones terapéuticas(9).
Los pacientes del sexo masculino mayores de 65 años poseen
mayores probabilidades de presentar cuadros clínicos más
severos(9-10)
Controlando las variables edad y diagnóstico, los varones
tiene mayor riesgo de conversión del procedimiento laparoscópico
a cirugía abierta. Adicionalmente, cuando se controlan la
edad, el diagnóstico y el procedimiento quirúrgico,
los varones tienen mayor riesgo de muerte tras la colecistectomía,
lo que no puede explicarse sino por la presencia de enfermedades
asociadas (cardiovasculares, pulmonares, renales). Por lo tanto,
y bajo la perspectiva del cirujano, la colelitiasis sintomática
debería ser considerada una enfermedad diferente y más
virulenta en los pacientes masculinos(11-12-13)
La elevada morbi-mortalidad de la cirugía del tracto biliar
en los pacientes de edad avanzada ha sido bien estudiada. En un
artículo en conjunto con el grupo del Halotano(14)
, se analizó la mortalidad dentro de los primeros seis meses
tras la colecistectomía, resultando esta cinco veces superior
en los pacientes con edades entre 50 y 69 años, con relación
a los más jóvenes(15).
En ambas categorías los varones presentaron dos veces más
riesgo de muerte tras la colecistectomía que las mujeres.
En el estudio de McDonald JA(16)
de 500 pacientes sometidos a colecistectomía, el 76% fueron
mujeres, con CA el 57% y sin embargo los hombres tenían especial
riesgo de enfermedad severa e incremento de la mortalidad. En la
serie de Glenn y Dillon(10) los
hombres representaron solo el 39,1% de la población estudiada,
pero el 60% de los fallecidos. Ellos concluyen que el curso clínico
de la CA es más fulminante en el hombre.
Recientemente Koo KP y Thirlby RC reportaron que solo el 25% de
las colecistectomías en su institución fueron realizadas
en varones, pero el 48% de los pacientes con CA eran del sexo masculino
(p < 0.001)(17). La alta incidencia
de CA y la elevada mortalidad en los pacientes varones de edad avanzada
en comparación con las mujeres ha sido estudiada en varias
cohortes(18). En un ECC de 93
pacientes con CA, el 76% de los pacientes de 60 años o más
fueron mujeres y los hombres constituyeron el 68% de los pacientes
de mayor edad (p = 0.001)(19).
Dos series demostraron la alta morbi- mortalidad de la cirugía
del tracto biliar en la edad avanzada sobre todo en los varones
versus la población total(20).
Morrow DJ y cols. (21) encontraron
que la presentación clínica en los hombres mayores
de 60 años con CA resulta engañosa, y que más
de un tercio se presentaban sin fiebre, con cuenta leucocitaria
inferior a 10.000 y más de la cuarta parte sin contractura
muscular en el HD. En 38 de 39 pacientes falló el tratamiento
médico y requirieron cirugía durante la primera admisión(22)
En el estudio de Wilson AD y cols(23)
se evidenció alta incidencia de colecistitis gangrenosa en
los pacientes sometidos a colecistectomía de emergencia.
Los signos vitales al ingreso, la clínica, el recuento leucocitario
y otros exámenes de laboratorio no lograron identificar a
los pacientes con cambios gangrenosos antes de la cirugía.
En el estudio de Margiotta SJ y cols.(24)
con pacientes mayores de 70 años sometidos a colecistectomía,
los varones presentaron un porcentaje de mortalidad del 10% frente
al 3% en las mujeres. En esta serie el 54% de la cirugía
biliar en los hombres fue de indicación urgente.
De acuerdo con la revisión sistemática y crítica
de la literatura, hay evidencia de que la CA es a menudo más
fulminante en el hombre que en la mujer y se especula que la alta
mortalidad puede reflejar la tardanza en buscar asistencia médica
por parte de este subgrupo de pacientes. Este hecho hace recomendar
un manejo más agresivo de la enfermedad biliar sobre todo
en los pacientes masculinos, indicándose la intervención
antes de que la emergencia sea necesaria (25).
En vista del incremento en la incidencia de la CA y del riesgo de
muerte postoperatoria, existe evidencia de que la actual diferencia
en la historia natural de la enfermedad calculosa biliar entre el
hombre y la mujer explica el alto porcentaje de conversión
de la CL a cirugía abierta(26)
que ocurre con más frecuencia a causa de la severa inflamación
local o la fibrosis que distorsiona la anatomía quirúrgica,
comprometiendo la realización segura de la CL(27).
Sanabria y cols.(28) comentan
en su serie que ha menudo los cirujanos son sorprendidos por la
severidad de la enfermedad en el momento de la intervención.
En nuestra cohorte, la diferencia entre los sexos en cuanto a los
porcentajes de conversión ha persistido en el tiempo, aunque
los totales para los hombres y las mujeres han descendido. Con mayor
experiencia, los cirujanos realizan con más éxito
las CLs consideradas como difíciles(29)
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