TBC PERITONEAL EN UNA NIÑA
DIAGNOSTICADA POR BIOPSIA LAPAROSCÓPICA.
PEDRO OLIVARES ARNAL.
Hospital Universitario La Paz, Madrid.
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FF es una niña de siete años de edad que ha vivido, hasta
pocas semanas antes de llegar a nuestro hospital, en un país del
norte de África. Se trata de la tercera hija de una familia de
inmigrantes que en su pueblo de origen eran los encargados de la limpieza
de una pequeña explotación ganadera compuesta fundamentalmente
por vacas.
Unas semanas antes de su ingreso comienza con distensión
abdominal, vómitos y mal estado general. Tanto por su estado socio-sanitario
como por los problemas culturales y de comunicación con la familia,
es difícil averiguar si ha recibido vacunaciones o si ha padecido
cuadros anteriores similares al actual.
La exploración muestra un abdomen globuloso, distendido
y doloroso, donde no pueden palparse masas. La analítica sanguínea
revela una gran leucocitosis con signos de regeneración medular
y anemia severa. La reacción cutánea de Mantoux es negativa.
Ni la radiología simple ni la ecografía aportan datos significativos,
salvo que la paciente no está en obstrucción intestinal.
La radiografía de tórax es normal.
Fotos TAC
TAC 1, 2, 3 y 4.- La tomografía computerizada abdominal
muestra una proliferación de masas de diferentes tamaños,
que oscilan entre unos pocos milímetros y varios centímetros
de diámetro y que ocupan todos los espacios y órganos intraperitoneales.
Para poder llegar a un diagnóstico de certeza que facilite el
tratamiento se propone la obtención de biopsias de alguna lesión,
lo que se realiza por laparoscopia, utilizando una pequeña óptica
de 4 mm de diámetro.
Comentario
El estudio anatomopatológico reveló que se trataba de una
tuberculosis peritoneal con presencia múltiple y diseminada de
granulomas tuberculosos típicos.
La afectación localizada en peritoneo, sin evidencia radiológica
ni bacilar de TBC pulmonar y con inmunidad competente, es una forma de
presentación de esta enfermedad rara en nuestro país en
el momento actual, pero no infrecuente y conocida en situaciones sanitarias
precarias. La ingesta continuada de leche procedente de vacas tuberculosas
es sin duda el origen de esta afección que por otra parte respondió
bien al tratamiento tuberculostático convencional con desaparición
de la clínica y la dilatación del abdomen y normalizando
a los seis meses de tratamiento la imagen radiológica.
La afluencia a nuestro país de personas procedentes de áreas
sanitariamente menos desarrolladas, nos trae a nuestros hospitales lesiones
y enfermedades que parecían erradicadas u olvidadas.
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