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RESULTADOS

Una reciente revisión de la literatura demuestra que la crioterapia es el tratamiento ablativo de las pequeñas masas renales mas extensamente investigado. No existen trabajos comparativos con la cirugía convencional y la elección del control laparoscópico o el apoyo radiológico parece depender de las características del Centro, de la disponibilidad o interés de los distintos especialistas, de la situación del tumor y de características propias del paciente.
En la mayoría de las series publicadas el numero de pacientes es escaso y en general los seguimientos son cortos, lo que impide todavía juicios definitivos sobre el valor de la crioterapia.
Los resultados, sin pretensión exhaustiva, se especifican en la Tabla II.
El sangrado medio peroperatorio en las series de abordaje laparoscópico oscila entre 70 y 165 ml. (19, 21, 25, 26) y la estancia media hospitalaria entre 2.9 y 3.8 días (21,25,26) siendo menor de un día para el 69% de los pacientes de la serie de Gill (19).
Al margen de lo reflejado en la Tabla II, hasta la fecha algunas series como la de la Cleveland Clinic Foundation o la de la Universidad de Jacksonville incluyen ya un numero de pacientes superior a 100, con resultados presentados preliminarmente en diferentes reuniones de expertos (27).

Autor
Acceso
No tumores
Tamaño
(cm.)
Sonda
Tiempo op.
(min)
Follow-up
Recurrencia/
Persistencia
Gill 2000
Lap
34
2.3
4.8 mm
235
16.2
0
Lee 2003
Lap
20
2.6
4.8 mm
305
14.2 m
1
Nadler 2003
Lap
15
2.15
4.8 mm
260
15 months
1
Rodriguez 2000
Abierto/Lap
7
2.2
3 mm
234
14.2
0
Rukstalis 2001
Abierto
29
2.2
3-8 mm
-
16
1
Shingleton 2004
MRI guiado
111
3
3 mm
79
30
14%
Colon 2003
Lap
8
2.6
3 mm
120
-
0
Cestari 2004
Lap
37
2.6
3.2 mm
194
6 months
0

Tabla II. Resultados de la ablacion mediante crioterapia en masas renales de pequeño tamaño (19-26) .

Las complicaciones de la crioterapia no parecen ser abundantes, ya sea por la escasa presentación o por la todavía limitación numérica de la mayoría de las series. Un reciente articulo de revisión multi-institucional en el que se incluyeron 271 pacientes tratados mediante crioterapiao radiofrecuencia (RF) (139 crioablaciones y 133 RF de los cuales 181 percutaneos y 90 laparoscópicos) procedentes de cuatro instituciones demuestra una incidencia de complicaciones del 11% (1.8 % mayores y 9.2% menores) con un caso de muerte (0.4%) (28). La mayoría de las complicaciones (7%) fueron directamente imputables al procedimiento ablativo. La complicación mas frecuente parece ser dolor en el lugar de inserción de la o las criosondas. En bajo porcentaje complicaciones mayores como lesiones esplénicas y fractura renal han sido descritas, especialmente en caso de riñones frágiles o con antecedentes de pielonefritis (23).

Seguimiento

El objetivo de la crioablación no es la escisión de la masa tumoral sino la necrosis “in situ”. Tras crioterapia la lesión permanece pero sufre cambios asociados al proceso reactivo tras tratamiento, edema e inflamación como respuesta a la agresión y necrosis como respuesta al tratamiento.Ya que el diagnóstico de masa renal tumoral se realiza en base a las características radiológicas, esto es masa sólida ecográficamente y captante de contraste en la CT axial, estas dos exploraciones serian las idóneas para monitorizar el seguimiento. Sin embargo, la ecografía tiene un valor limitado, dado que la masa sufre una reducción de tamaño pero persiste en la mayoría de los casos.
La CT axial o la RMI por su carácter de test funcional son las adecuadas para controlar la evolución postoperatoria de la masa renal tratada mediante crioablación.
En los días inmediatos al tratamiento, la RMI demuestra una lesión de apariencia infartada con una mínima captación del contraste pero de mayor tamaño que la lesión primitiva (26). Posteriormente tiene lugar una contracción gradual en el diámetro de la lesión. Resolución completa o presencia de una pequeña lesión residual parenquimatosa no captante es la norma en la mayoría de los pacientes (91% en la serie de Rukstalis) a los tres meses de la ablación (23). También en la CT se demuestraun aumento inicial del diámetro de la lesión con infiltración del tejido vecino compatible con el proceso histológico de infarto (Fig. 6). El criterio decisivo en el control de la lesión es la captación de contraste que debe ser menor de 10 unidades Hounsfield (Fig. 7).
Las recurrencias a largo plazo son escasas pero se han descrito persistencias atribuibles a insuficiente tratamiento. Recidivas o fallos del tratamiento son mas frecuentes a medida que aumenta el diámetro tumoral a tratar (21).

Figura 6: CT de masa renal, 4 semanas tras tratamiento: aumento del tamaño pero ausencia de captación de contraste.

Figura 7: CT de la misma masa 16 semanas tras crioablación: sensible disminución de tamaño y ausencia de captación del contraste.


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