RESULTADOS
Los dos grupos comparados eran homogéneos en cuanto a distribución por edad (Fig. 2), incidencia de antecedentes personales de interés (HTA, adicción al tabaco, prostatismo, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, estreñimiento) (Fig. 3) e índice de masa corporal (Fig. 4) (Tabla I).
Tabla I. Características de los grupos quirúrgicos
Grupo |
A |
B |
N |
150 |
150 |
edad |
47,2 (DS 15,6) |
48,1 (DS 14,6) |
sexo |
144
♂ /6♀ |
141♂/9♀ |
IMC |
|
|
normal |
34% |
35% |
sobrepeso |
42% |
48% |
obeso |
24% |
17% |
Ant.personales |
|
|
HTA |
24% |
35% |
fumador |
32% |
31% |
EPOC |
14% |
16% |
prostático |
12% |
11% |
estreñimiento |
10% |
9% |
|
|
|
Figura 2: Distribución de ambos grupos por edad. |
|
Figura 3: Incidencia de antecedentes personales en ambos grupos.
|
|
Figura 4: Distribución de peso en ambos grupos. |
Intervención quirúrgica
Los tiempos medios de las distintas intervenciones quirúrgicas aparecen reflejados en la Tabla II, existiendo una diferencia estadísticamente significativa (p<0,05) entre ambos grupos.
Tabla II. Tiempo de intervención quirúrgica en minutos
Grupo |
Media |
Rango |
Mediana |
Moda |
Desv. típica |
A (TEP) |
51,3 |
30-100 |
45 |
45 |
17,5 |
B (GR) |
40,6 |
15-90 |
40 |
30 |
14,6 |
Los tipos de hernia hallada se exponen en las Tablas III y IV. En 26 pacientes (8,8%) la hernia era recidivada, en el resto de los casos (91,2%) era primaria.
Tabla III. Tipo de hernia según la clasificación de Gilbert
Tipo |
Grupo A (TEP) |
Grupo B (GR) |
Total |
I |
6 |
6 |
12 (4,1%) |
II |
54 |
51 |
105 (35,8%) |
III |
29 |
31 |
60 (20,5%) |
IV |
42 |
44 |
86 (29,3%) |
V |
3 |
5 |
8 (2,7%) |
VI |
12 |
5 |
17 (5,8%) |
VII |
1 |
2 |
3 (1,0%) |
Debilidad pared |
0 |
2 |
2 (0,7%) |
No hernia |
3 |
4 |
7 |
Total |
150 |
150 |
300 |
Tabla IV. Tipo de hernia recidivada
Tipo (Gilbert) |
Grupo A |
Grupo B |
Total |
I |
- |
- |
0 |
II |
- |
- |
0 |
III |
5 |
3 |
8 (40%) |
IV |
3 |
3 |
6 (30%) |
V |
3 |
2 |
5 (25%) |
VI |
- |
1 (III, IV) |
1 (5%) |
VII |
- |
- |
0 |
No hernia |
3 |
3 |
6 |
Total |
14 |
12 |
26 |
Las complicaciones intraoperatorias que sucedieron en los pacientes del grupo A (TEP) se reflejan en la Tablas V y VI. En cuanto a los pacientes del grupo B sólo destacar que en un caso de hernia recidivada se seccionó el nervio abdominogenital mayor, procediéndose a la ligadura de los cabos para la prevención del neuroma.
Tabla V. Complicaciones intraoperatorias hernioplastia TEP. *
En 5 casos por neumoperitoneo, en uno por fibrosis de la zona en una hernia recidivada. Se les realizó una hernioplastia Gilbert-Rutkow. Los 6 casos eran hernias indirectas.
|
N |
Neumoperitoneo |
24 (16%) |
Lesión vasos epigástricos |
2 (1,3%) |
Conversión* |
6 (4%) |
Tabla VI. Enfisema subcutáneo tras TEP
Localización |
N |
Ipsilateral infraumbilical |
81 |
Contralateral infraumbilical |
9 |
Supraumbilical |
6 |
No enfisema |
54 |
Total |
150 |
Revisión a la primera semana postoperatoria
Del estudio postoperatorio se excluyeron en el grupo A los 6 pacientes que se convirtieron a cirugía abierta. Y en el grupo B a 6 pacientes por practicárseles una hernioplastia tipo Lichtenstein.
Tanto en el grupo A como en el B, a la semana de la operación alrededor del 80% de los pacientes podía realizar su actividad diaria con normalidad (Tabla VII). Según el test χ2 no hay diferencias estadísticamente significativas (p>0,05) entre ambos grupos.
Tabla VII. Incorporación al trabajo 1ª semana postoperatoria
Actividad normal |
Grupo A |
Grupo B |
Si |
117 (81,25%) |
116 (80,5%) |
No |
27 (18,75%) |
28 (19,5%) |
En lo referente al dolor postoperatorio se observó que necesitaron analgésicos 81 (56,25%) pacientes del grupo A y 77 (53,47%) del grupo B. Según el test χ2 no hay diferencias estadísticamente significativas (p>0,05) entre ambos grupos. La media de los valores EVA del grupo A es 2,64 (DS 2,87) y un rango de 0-7. Para el grupo B es de 2,32 (DS 2,08) y un rango de 0-8. Según el test de Wilcoxon no hay diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos.
A todos los pacientes se les exploró físicamente, los resultados aparecen reflejados en la Tabla VIII.
Tabla VIII. Hallazgos exploración 1ª semana postoperatoria
|
Grupo A |
Grupo B |
Recidiva |
- |
- |
Seroma |
3 (2%) |
9 (6,25%) |
Infección herida |
- |
1 (0,7%) |
Hematoma |
3 (2%) |
5 (3,5%) |
Equimosis |
21 (14,5%) |
18 (12,5%) |
Anestesia cutánea |
- |
42 (29,2%) |
“Pinchazos” |
9 (6,25%) |
21 (14,6%) |
Ecografía postoperatoria
No se apreció ninguna recidiva herniaria temprana en ninguno de los dos grupos.
Visualización de la malla (Fig. 5)
La malla se visualiza en 57 (39,6%) pacientes del grupo A y en 101 (70,1%) pacientes del grupo B (Figs.6 y 7). Según el test χ
2 hay diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos. Esto significa que hay una relación entre la visualización ecográfica de la malla y la técnica empleada.
|
|
|
Figura 5: Aspecto ecográfico de la malla de polipropileno (M) y su sombra posterior (R).
|
|
Figura 6: Visualización de la malla (%) grupo A.
|
|
Figura 7: Visualización de la malla (%) grupo B. |
Presencia de seroma (Figs. 8A y 8B)
Se visualizó una colección líquida ecográficamente evidente en 152 (52,7%) pacientes (Fig.9). De ellos, 39 (27%) pertenecían al Grupo A y 113 (78,4%) al grupo B, con una diferencia estadísticamente significativa (p<0,001) según el test χ2. Esto significa que hay una relación entre la técnica quirúrgica empleada y la producción de seroma.
|
|
|
Figura 8A: Seroma. Corte longitudinal
|
|
Figura 8B: Seroma. Corte transversal.
|
|
Figura 9: Incidencia de seroma ecográfico. |
Localización del seroma (Figs. 10 y 11)
En el grupo A se visualizo la malla en relación con el seroma en 30 pacientes, localizándose el seroma por detrás de la malla en el 18 pacientes y por delante en 12 casos. En el grupo B se visualizó la malla en relación con el seroma en 79 pacientes, localizándose en todos los casos premalla.
|
|
|
Figura 10: Seroma premalla (L=seroma, M=malla, R=sombra
postmalla).
|
|
Figura 11: Seroma retromalla (REC=músculo recto anterior,
EPI=vasos epigástricos, M=malla, LIQ=seroma).
|
Volumen del seroma
El volumen medio del seroma en el grupo A fue de 7,26cc3 (DS 11,28) con un rango de 0,38-29,64cc3. Y la mediana 1,3.
El volumen medio del seroma en el grupo B fue de 19,23cc3 (DS 67,9) con un rango de 0,29-449,28cc3. Y la mediana 3,9.
Relación seroma-peso
En total se hallaron seromas en 152 pacientes. Si los distribuimos por peso hallamos que 58 seromas (38,2%) se dieron en pacientes con un peso normal, 74 (48,7%) en pacientes con sobrepeso, y 20 (13,2%) en obesos. Al aplicar el test estadístico χ2, hallamos que no existen diferencias estadísticamente significativas (p>0,05). No existe una relación estadísticamente significativa entre el peso y la aparición de seroma post-quirúrgico.
Relación seroma-edad
Dividimos a la población en tres grupos de edad: <30 años, 31-50 años y 51-70 años. Según esta división en el grupo 1 hay 16 seromas, en el 2 hay 74 seromas y en el 3 hay 62. Al aplicar el test estadístico χ2, hallamos que existen diferencias estadísticamente significativas (p<0,05). Por lo tanto existe una relación estadísticamente significativa entre la edad y la aparición de seroma post-quirúrgico.
Relación seroma-tipo de hernia
En el grupo A, de los 39 seromas encontrados 21 fueron en hernias directas y 18 en indirectas. Sin diferencias estadísticamente significativas según el test χ2.
En el grupo B, de los seromas encontrados 26 fueron en hernias directas, 82 en hernias indirectas, y 5 en hernias en pantalón. Lo que implica que de las hernias directas en el 53,1% hay seroma, en las indirectas en el 93,2%, y en las hernias en pantalón en el 100%. Según el test χ2 hay diferencias estadísticamente significativas (p<0,0001)
Se concluye que existe una relación estadísticamente significativa entre el tipo de hernia y la aparición de seroma post-quirúrgico.