CONCLUSIONES
Hemos visto que son muchas las intervenciones que los cirujanos han desarrollado a lo largo de los últimos años para tratar la obesidad mórbida. Quizá sea esto debido a que no hay ninguna técnica eficaz en todos los pacientes y a que tampoco ninguna de ellas está exenta de complicaciones.
El paciente obeso es cada vez más demandante de tratamiento quirúrgico ya que éste se ha perfilado como la única alternativa que aporta resultados eficaces y mantenidos a largo plazo.
En la actualidad el bypass gástrico se considera el patrón ideal de entre todas las opciones quirúrgicas ya que es el que mejores resultados ofrece a costa de un menor número de complicaciones.
Hoy día el abordaje laparoscópico se ha mostrado muy útil en la obesidad, nos ha permitido una mejoría clara en estos pacientes con ventajas tales como ahorro en estancia hospitalaria, menor dolor y recuperación postoperatoria más temprana.
Quizá el futuro de la obesidad mórbida no esté en manos de los cirujanos pero mientras llega el tratamiento definitivo que todos esperamos la cirugía continuará siendo un arma fundamental del arsenal terapéutico de esta enfermedad.
Pese a ello no debemos olvidar que sin un enfoque multidisciplinar cualquier técnica quirúrgica está abocada al más rotundo fracaso.