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MI EXPERIENCIA EN EL HOSPITAL CLÍNICO SAN CARLOS, MADRID, ESPAÑA E. NAVARRO LARA Residente de Cirugía Colorrectal.
Hospital Civil de Guadalajara (Méjico)

Soy Eduardo Navarro Lara, residente de la subespecialidad de cirugía de colon y recto, del Hospital Civil de Guadalajara, México. Siempre he pensado que una de las cosas que mas te enriquece como cirujano y como ser humano, es salir de tu lugar de origen, hacia nuevos horizontes, hacia otros países, otras ciudades, otros hospitales, conocer otras escuelas quirúrgicas y mezclarse y conocer como se practica la cirugía en esos lugares distantes, y una vez que lo has hecho, que has vivido esa experiencia, se te abre la mente, a nuevas ideas, nuevas formas de pensar, ves y sientes la cirugía de otra manera, más profunda, más amplia y no solo la cirugía también la vida misma, ya no piensas igual, te enriqueces.

Yo estaba buscando desde hace algún tiempo algún hospital de un país extranjero para poder rotar en el servicio de cirugía general o cirugía de colon y recto, tenia que ser un hospital con prestigio en cirugía, ya que cuando uno rota a otro hospital trata de buscar los mejores, para así aprender de los mejores.

A principios de este año asistí al V Curso de Actualización Internacional en Cirugía General y en Cirugía de Colon, Recto y Ano, en el Instituto de la Nutrición de la Ciudad de México, donde los ponentes serian grandes cirujanos de prestigio de diferentes países, y era una excelente oportunidad para conocer en persona a esos grandes cirujanos y al mismo tiempo pedirles que me dieran la oportunidad de pasar un tiempo en sus hospitales, con ellos y verlos trabajar, verlos operar y aprender de ellos.

Durante los primeros días del curso, los cirujanos con mas pláticas eran los cirujanos de los Estados Unidos de América, y por la cercanía geográfica con México, que hace que el costo del boleto de avión sea accesible,  parecía ser el destino ideal.

Era el ultimo día del curso y estaba preparado para abordar a uno de los cirujanos de la unión americana, cuando le di un último vistazo al programa y había una plática que decía: Cirugía Robótica Colorrectal, por la Dra. Elena Ortiz Oshiro, del Hospital Clínico San Carlos, Madrid, España. Era la última plática del curso, y dije: “¡guau!  ¡cirugía robótica!”, para ser sincero hasta ese momento nunca había escuchado el término: cirugía robótica. Mis compañeros, que también acudieron al curso, tenían que regresar por autopista a Guadalajara, que son 7 horas de viaje y justo antes de la plática de la Dra. Elena Ortiz Oshiro les habían ya entregado sus constancias de asistencia, por lo que habían decidido retirarse del Curso y no asistir esa ultima platica de cirugía robótica y me presionaban para que hiciera lo mismo y nos regresáramos juntos, pero yo dije: “no, yo me quedo, váyanse ustedes” y así fue, ellos partieron de regreso a Guadalajara y yo me quedé a escuchar esa ultima platica de cirugía robótica, de la Dra. Elena Ortiz Oshiro.

Estaba muy entusiasmado con oír la plática, por escuchar a la Dra. Elena Ortiz, que había venido desde Madrid, a hablar de cirugía robótica, un concepto totalmente nuevo para mí.
Me senté cómodamente y vi. subir al estrado a la Dra. Elena Ortiz, y comenzó su platica, se presentó, venía del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, España. Y comenzó a hablar de la cirugía robótica, en que consistía, las ventajas que tiene, la situación en que se encuentra actualmente en el ámbito quirúrgico internacional, su experiencia en el Clínico San Carlos, lo que falta por mejorar, y presentó al robot, tiene nombre, se llama Da Vinci. Estaba totalmente concentrado en lo que decía, no me perdía una sola palabra, no podía creer que ya existiera la cirugía robótica y que ya se estuvieran operando personas con esa nueva tecnología.

Para mi fue la mejor plática del curso, algo totalmente nuevo, y además de España, un país hermano, con el que nos unen muchas cosas.

Inmediatamente supe a donde quería ir a rotar: a España, al Hospital Clínico San Carlos, con la Dra. Elena Ortiz, no había una segunda opción, era España o nada. Lo había decidido.

Al terminar la plática me prepare para abordar a la Dra. Elena Ortiz, vi cuando salio del auditorio y espere un momento ideal para acercarme, presentarme y decirle la intención que tenia de poder ir a su hospital, no sabía que me iba a responder, esperaba que fuera posible poder ir. Y sin dudar me presenté con ella, y le dije que era residente de cirugía de colon y recto, del Hospital Civil de Guadalajara, México y de la idea que tenia de poder ir a Madrid, a su hospital un tiempo, ella fue muy amable y atenta, y me dijo que sí era posible, y me proporcionó su correo electrónico para estar en comunicación y poder concretar la rotación en el Hospital Clínico San Carlos. Y así fue como conocí a la Dra. Elena Ortiz.

Pues ya había dado el primer paso, estaba emocionado con la idea de poder ir, ahora faltaba recorrer el camino de trámites y conseguir el apoyo económico de mi universidad, la Universidad de Guadalajara, para poderme ir. Afortunadamente los trámites fueron relativamente sencillos, pues contaba con todo lo que me pedía el Ministerio de Sanidad para que me aceptaran, y la Universidad de Guadalajara me apoyó con el boleto de avión de ida y vuelta, y como tenia amigos médicos españoles viviendo en Madrid, me ofrecieron su casa mientras yo estuviera en Madrid. Todo se dio a la perfección, el único momento estresante fue cuando todavía no obtenía la respuesta del Ministerio de Sanidad si me habían aceptado o no, y ya tenia que comprar los boletos, pues como era verano estaban muy escasos, y los tuve que comprar sin saber si me iban a aceptar o no, afortunadamente, me aceptaron.

Y llegó ese gran momento, irme a España, al Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, a conocer otra escuela quirúrgica, a conocer y aprender de sus cirujanos, ver de cerca como trabaja la Dra. Elena Ortiz, el Profesor Represa y ver trabajar al robot Da Vinci. además se sumaba la emoción de que nunca había ido a España, nunca había cruzado “el charco”, iba a ser la primera vez.

Y después de 11 horas de viaje en avión, llegué a Madrid, casi no lo podía creer, tan lejos, estaba feliz y emocionado, estaba en Madrid. Y Madrid es preciosa. Pero la mayor emoción la tuve cuando vi y me presente en el Hospital Clínico San Carlos, una cosa es ir de turista, pero ir como cirujano, es un sentimiento muy especial, no lo puedo describir con palabras.

Y fui a las oficinas del servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo I, a presentarme, y me recibió en su oficina el Profesor Represa, el Jefe de Servicio,  fue un momento muy especial, conocer en persona al Profesor Represa y estar platicando con el, quien me recibió amablemente y me pregunto acerca de mi, de que hospital venia, que grado tenia, etc. Y me llevo a los quirófanos, donde dio indicaciones que me integrara a las actividades del servicio. Me proporcionaron bata blanca, pijamas quirúrgicas, un locker donde guardar mis pertenencias, mi credencial de identificación y vales de comida para la cafetería del hospital, era un sentimiento muy especial estar en el Hospital Clínico San Carlos, un gran hospital, que había sido pionero en cirugía laparoscopica y ahora lo volvía a ser con la cirugía robótica, le tome cariño desde el primer día que llegue. Y pues me puse el pijama quirúrgico y me metí a los quirófanos, y ahí en los quirófanos, volví a encontrarme con la Dra. Elena Ortiz, la había conocido aquella vez en México, cuando la idea de venir al Clínico San Carlos era solo eso, una idea en mi mente y ahora ya era realidad, estaba ahí. Me recibió amablemente y me explico las actividades del servicio, y me quede de guardia ese día, con la Dra. Elena Ortiz, el Dr. Viñals, la Dra. Carmen y el Dr. David, yo pensaba: que emoción, ya estoy en Madrid, en el Hospital Clínico San Carlos, al lado de grandes cirujanos, viendo como trabajan y aprendiendo lo mas posible de ellos, era un sueño hecho realidad.

A la semana siguiente, estaban planeadas varias cirugías con el robot Da Vinci y esperaba ese momento para conocerlo y verlo trabajar. Y llego ese momento, conocí al robot Da Vinci, la Dra. Elena Ortiz me explico sus partes y su funcionamiento, y me platicó también el camino largo que habían recorrido y los esfuerzos que hicieron para poder tener el robot con ellos, y comenzaron la cirugía con el robot, todo fue muy interesante y nuevo para mi, el robot mismo, la consola, los brazos y la torre, como las enfermeras preparan el robot y el instrumental del robot antes de la cirugía, y el abordaje quirúrgico al paciente con el montaje de los brazos del robot a los trocares robóticos, la cámara especial del robot, y el momento en el que el cirujano se retira del paciente, se desviste y se va a la consola y toma el control del robot y comienza a operar con el robot. Estaba impresionado y feliz, estaba viendo y siendo parte de la cirugía robótica, cuando hace unos meses ni siquiera sabía que existía. Y además, por si fuera poco, no solo están haciendo cirugía robótica en el Hospital Clínico San Carlos, también están realizando otras métodos quirúrgicos innovadores, de los cuales fui parte, como la cirugía de cáncer de colon con localización de ganglio centinela, la resección de metástasis hepáticas con radiofrecuencia, y también, aunque no es nuevo porque ya tienen mucha experiencia, pero era uno de mis objetivos, la cirugía laparoscopica.

Durante mi estancia en el Hospital Clínico San Carlos, cada día era interesante, cada día era diferente, cada día aprendía algo nuevo, la emoción de realizar una estancia ahí, y tan lejos, era muy especial, vivir en Madrid fue muy especial.

Mis objetivos se cumplieron totalmente, y no solo se cumplieron, sino que fueron rebasados, aprendí muchas cosas mas de las que tenia planeado que iba a aprender en mi estancia.
Y además, conocer España fue espectacular, convivir con españoles, a quienes quiero mucho fue muy grato, y en todo momento fueron muy amables conmigo y me trataron muy bien.
Pero al finalizar mi estancia, más que los conocimientos quirúrgicos, la amistad y los lazos que forme en España, fue lo más valioso que me traje de regreso a México.

Fue una experiencia inolvidable, que me ha marcado para toda mi vida.
Gracias a todos por abrirme sus brazos.

Gracias Dra. Elena Ortiz. Gracias Profesor Represa.

Dr. Eduardo Navarro Lara

Dr. Eduardo Navarro Lara

Residente de Cirugía de Colon y Recto
Hospital Civil de Guadalajara “Fray Antonio Alcalde”
Guadalajara, Jalisco, México

 

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