EL LARGO Y TORTUOSO CAMINO 2004-2006
E. Ortiz Oshiro
Son muy diversos los avatares que hemos ido superando hasta conseguir disponer del robot Da Vinci en nuestro hospital. La historia, vista desde el momento actual, es una mezcla de ilusión y perseverancia que en realidad acaba de comenzar.
... Y también es un poco mi historia. Yo he tenido la suerte de ser testigo de excepción y parte activa de la introducción en España de las dos grandes revoluciones tecnológicas en la cirugía de los últimos años, la primera fue la cirugía laparoscópica y la segunda es la robótica. Creo que es bueno no perder la perspectiva histórica, hoy que parece que todo el mundo es “pionero”. Yo empecé la residencia en el Clínico en 1989. Antes había sido alumna interna y médico asistente voluntario, por lo que estaba ya muy vinculada a la actividad del Servicio de Cirugía. En ese año empezó a haber “movimiento laparoscópico” en el Servicio, promovido por la Dra. E. Vincent Hamelin y respaldado por el Prof. Alvarez Fernández-Represa. La primera colecistectomía laparoscópica se hizo en febrero de 1990 y en ese año ya se organizó un Curso al que fueron invitados J. Perissat y P. Mouret, cirujanos franceses impulsores de la técnica.
Este comienzo se consiguió a base de enorme tesón, porque en ese momento tanto la Gerencia como la Dirección del Hospital estaban en contra, así como la gran mayoría de los cirujanos. Muchos de ellos dicen ahora que apoyaron la laparoscopia desde el principio. No existía infraestructura, ni equipamiento ni instrumental, había que alquilar los equipos y el montaje del quirófano antes de cada intervención era desquiciante. Se tardaron tres o cuatro años hasta que el Hospital adquirió una columna de laparoscopia, que además al principio se ubicó en el Servicio de Endoscopias, que entonces estaba en la 8ª planta, y había que bajarlo para cada intervención. A pesar de todo empezamos a rodar, poco a poco el volumen de cirugía fue creciendo y las opiniones cambiando (también las personas que dirigían el Hospital), y en 1992 se organizaron los cursos de cirugía laparoscópica de la UCM, que se iniciaron en 1993 y que han convertido al Servicio y al Hospital en uno de los centros de referencia en la formación en cirugía laparoscópica en España.
Este arduo comienzo contrasta con la historia que hemos vivido esta vez. En esta ocasión el proyecto fue apoyado desde el principio por la Gerencia y la Dirección, y el retraso (más de dos años) ha sido debido únicamente a motivos económicos: el coste del equipo. Les hago un breve resumen.
En el año 2003 se celebró el Congreso de la SECLA en Valladolid, en octubre, y allí tuvimos ocasión de conocer y escuchar a dos cirujanos “revolucionarios”: Santiago Horgan (UIC Chicago, Illinois) y Pier Cristoforo Giulianotti (Gosetto, Italia), que impresionaron a la audiencia con el concepto y con las imágenes, así como con sus resultados. Ambos empezaron a utilizar el Da Vinci en el año 2000 y Horgan conferenció sobre el by pass gástrico laparoscópico asistido con el robot y Giulianotti mostró excelentes videos de cirugía torácica, duodenopancreatectomía y aneurismectomía de la arteria esplénica. Esto fue realmente impactante. Desde ese momento no pude dejar de pensar en lo fantástico que sería poder hacer lo mismo en nuestro Hospital.
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Antecedentes: Valladolid, octubre 2003 S.
Horgan (Chicago, USA) PC Giulianotti (Grosetto, Italia). |
Antecedentes: Palermo (Italia), mayo 2004
Prof. Melotti Da Vinci. |
Otro antecedente importante: el Prof. Represa acudió en mayo de 2004 al Congreso del Mediterráneo Latino que se celebró en Palermo (Italia), organizado por el Prof. Melotti, entonces Presidente de la Sociedad Italiana de Cirugía Laparoscópica. Allí tuvo ocasión de ver el equipo y de sentarse en la consola del mismo para familiarizarse con su manejo.
En este mismo año elaboramos una memoria sobre Cirugía Robótica que interesó a la Dirección Médica del Hospital y contactamos con la casa fabricante del Da Vinci, Intuitive Surgical, de California (USA). Respondieron inmediatamente a través de sus distribuidores en España, Palex SA, y así iniciamos una larga relación, mucho más larga de lo que ni ellos ni nosotros hubiéramos deseado. Pronto se organizó una reunión en el Hospital, a la que asistieron delegados de Intuitive, delegados de Palex, la Dirección y la Gerencia del Hospital y nosotros. El resultado no pudo ser más favorable: la adquisición del equipo se consideraba muy ventajosa para el centro desde todos los puntos de vista. Todo parecía estar resuelto, pero faltaba lo más importante: la financiación.
El largo y tortuoso camino que vino después, con propuestas y contrapropuestas y reuniones y más reuniones, para llegar a un consenso económico satisfactorio para todos, se acompañó también, por nuestra parte, de una carrera contrarreloj para acumular cuanta experiencia fuera posible en la utilización del equipo. Cuando llegara el Da Vinci al Hospital debíamos estar en condiciones de obtener de él el mayor rendimiento posible. Por eso, ya en julio de 2004, viajé a Camposampiero (Italia), a conocer al Dr. D’Annibale, uno de los cirujanos que más experiencia acumula en cirugía robótica, concretamente del colon. Fue muy interesante acompañarle en una de sus intensas jornadas quirúrgicas y allí aprendimos lo importante que era la labor de la enfermería en este tipo de cirugía.
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Experiencia en cirugía robótica: Camposampiero (Italia)
A. D’Annibale Julio 2004.
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El 19 de octubre de 2004 organizamos un Acto de Presentación del Da Vinci en el Hospital. Corrió a cargo del Subgerente del Hospital, Sr. Javier Guerra, el Prof. Represa y el Sr. Ramón Martori, de Palex. El robot estuvo en funcionamiento durante todo el día y todos los que quisieron acercarse pudieron sentarse en la consola y probarlo.
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Acto de presentación del Da Vinci HCSC 19 octubre 2004.
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Durante el 2005 hubo momentos en que la batalla pareció perdida, pero la perseverancia, sobretodo del Prof. Represa, que siempre me decía que todo iba bien, acabó ganado contra todo pronóstico. Continuaron las reuniones y las conversaciones. La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid también se mostró favorable al proyecto, a través sobretodo de uno de sus viceconsejeros, y eso le dio un nuevo impulso. Se barajaron diferentes modos de cofinanciación. Poco a poco se iba perfilando una solución. Por nuestra parte, manteníamos la política de aprendizaje y de interés por la cirugía robótica y lo demostramos en todos los foros posibles: en el Congreso de la SECLA del 2005, que se celebró en marzo en Madrid, se organizó un Simposio de Cirugía Robótica al que invitamos al Dr. D’Annibale, y también estuvo el robot a disposición de los congresistas; en los Cursos de Verano de El Escorial, en junio, también presentamos una ponencia sobre este tema en el curso de Nuevas fronteras en Cirugía: de la telecirugía a la regeneración tisular; en diciembre acudí al primer Congreso Mundial de la Asociación de Cirugía Minimamente Invasiva Robótica (MIRA) y volví pensando que si alguna vez conseguíamos el equipo aún nos quedaría un largo camino que recorrer para alcanzar el nivel que ya se había conseguido en el resto del mundo.
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2005: PC Giulianotti Hospital de la Misericordia Grosetto (Italia) (izda.)
A Tewari Presbiterian Hospital New York (USA) (dcha.)
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El año 2006 empezó para mí con una muy interesante experiencia. Los contactos con el Dr. Horgan, iniciados a finales del 2005, fueron fructuosos y culminaron con mi visita a su Hospital en Chicago durante un mes. Santiago Horgan es un cirujano gran experto en laparoscopia y pionero de la cirugía robótica, y un hombre con una personalidad arrolladora que me recibió con enorme amabilidad, dándome la oportunidad de aprender de su experiencia y la de su equipo. El destacaba la comodidad que proporciona al cirujano la asistencia del robot, la gran diferencia que aporta la visión tridimensional y las evidentes ventajas que ello aporta al postoperatorio de los pacientes en cirugías “mayores”.
Por mi parte, una de las grandes conclusiones de este viaje fue darme cuenta de lo diferente que iba a ser la incorporación del robot en nuestro Hospital, en relación con lo que ha sido en la mayoría de los centros del mundo (más de 200 en USA y más de 60 en Europa). A las peculiaridades del sistema sanitario español se unía la necesidad de poner el equipo cuanto antes a disposición de los demás servicios quirúrgicos, proporcionando la formación y el entrenamiento correspondientes, con todo lo que eso conlleva, formar un equipo lo más homogéneo posible y desarrollar las técnicas cuanto más mejor, soportar la compleja idiosincrasia española, especialmente en un Hospital en el que conviven tres Servicios de Cirugía...
No nos rendimos. Las conversaciones y los contactos entre el Hospital, la Comunidad de Madrid y Palex-Intuitive se mantuvieron y las posturas se fueron acercando progresivamente. En abril volvimos a la carga en el V Congreso Nacional de la SECLA, que se celebró en Ceuta. Allí en otra mesa de Nuevas Tecnologías volví a expresar mis pocas esperanzas de que pudiéramos llegar a buen puerto.
Pero me equivocaba, y un día a finales de mayo, el Prof. Represa me llamó a su despacho y me advirtió que me sentara antes de darme la noticia: lo hemos conseguido. Había acuerdo entre la Comunidad de Madrid y la Fundación del HCSC para cofinanciar el Da Vinci. El equipo estaba a punto de llegar al Hospital.
Y entramos en otra fase: decidir el quirófano, seleccionar enfermería, reuniones con la Dirección, informar a todo el mundo, charlas y más charlas para enfermería y médicos, selección de los pacientes, redacción de consentimientos informados y diseño de bases de datos, citas de los pacientes para hablar con ellos y luego revisarlos personalmente, viaje a Estrasburgo para hacer un curso de formación impartido por Intuitive Surgical... y empezar a trabajar. En todo esto se pasó el verano y hemos realizado hasta ahora unos veinte procedimientos. Estamos impartiendo seminarios y clases prácticas de entrenamiento en el robot. Queda mucho por hacer, pero mentiría si dijera que no estoy orgullosa de lo que hemos conseguido, orgullosa y agradecida al Prof. Represa, que ha sido la perseverancia en toda esta historia, si yo he sido la ilusión.
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Dres. A. Ramos y E. Ortiz en la mesa. |
Prof. J. Alvarez Fdez-Represa en la consola del Da Vinci. |