CIRUGÍA MÍNIMAMENTE INVASIVA PARA CORREGIR EL
PECTUS EXCAVATUM
El pectus excavatum, malformación torácica
más frecuente en la población y que sólo se
corrige con cirugía, puede abordarse eficazmente con técnicas
mínimamente invasivas, según se comprobó recientemente
en el Simposio Internacional de Malformaciones Torácicas,
dirigido por el Dr. José Francisco Berchi, jefe del Servicio
de Cirugía Pediátrica del Hospital Doce de Octubre
de Madrid y colaborador de esta revista.
Esta malformación puede acarrear problemas cardiorrespiratorios
y deformaciones de la columna vertebral, que generalmente revierten
con la cirugía. Hasta mediados de los años 80, estas
operaciones requerían la práctica de grandes incisiones
para corregir el hundimiento del esternón. Con la técnica
de Nuss, profesor de la facultad norteamericana de Virginia, la
intervención se simplifica de manera notable, al limitarse
a unas pequeñas incisiones en los costados por las que se
introduce una barra metálica en el tórax que permite
elevar el esternón. Esta barra correctora debe permanecer
implantada en el paciente entre 2 y 4 años. Según
explicó en el simposio, Nuss ha realizado ya esta técnica
en más de 500 casos.
Este procedimiento ha sido implantado también por otros
especialistas dados los buenos resultados y la baja agresividad
del tratamiento. Según el Dr. Berchi, la experiencia española
con la técnica de Nuss se limita a unos 75 casos, puesto
que son pocos los hospitales nacionales que la realizan.
Resultados desiguales en el pectus carinatum
El pectus carinatum, deformación contraria al pectus
excavatum, también requiere corrección quirúrgica,
aunque en este caso el propio Nuss ha reconocido que los resultados
con su técnica no han sido del todo satisfactorios. Por el
contrario, los alemanes Wullital (Münster) y Waag (Heidelberg),
han asegurado que a través de pequeñas incisiones
es posible corregir el defecto en las zonas de mayor protusión
seccionando el cartílago milimétricamente.
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