SITUACIÓN ACTUAL DE LA LAPAROSCOPIA UROLÓGICA
La cirugía urológica laparoscópica se encuentra actualmente en pleno desarrollo. Su aplicación renal es el procedimiento en el que se han producido más avances y el que cuenta con numerosas aplicaciones y distintas modalidades: la nefrectomía transperitoneal está ya consolidada no solo para pequeños riñones sino para todo tipo de patologías como la cirugía oncológica renal que en un principio era rehuida por algunos, por el riesgo de diseminación de células tumorales y por la necesidad de desmenuzar el riñón para su extracción. Dado que una de las primeras nefrectomías de la serie de Clayman resultó ser un oncocitoma, esto animó a realizarlas en tumores y Coptcoal, presenta en el III Congreso de Mínima Invasión, en 1991, en Boston, una nefrectomía radical por un carcinoma23 y Ono, en 1993, dos casos de nefrectomía por carcinoma renal, sin morcelar el riñón, que extrae con la ayuda de una pequeña incisión24. La nefrectomía parcial es también otro de los procedimientos que se han desarrollado con éxito por parte de Chanduoke en 199325 así como una heminefrectomía que llevaron a cabo en el mismo año Jordan y Winslow26.
La introducción de la mano en el interior del campo quirúrgico laparoscópico como ayuda ha supuesto una importante modificación técnica y una gran ayuda para el cirujano. Fue Winfield27 quien introdujo en primer lugar un dedo por el orificio de uno de los trocares para facilitar la disección, posteriormente han sido varios grupos los que han desarrollado la técnica: Boland28 en 1993 y Thierney29 en 1994 exponen sus trabajos en Mínima Invasión Therapy; Tschada la experiencia del grupo germano con una mano enguantada en 199530 y Bannenburg en 1996 desarrolló un manguito especialmente diseñado para este fin que utilizó experimentalmente en cerdos31 a la par que Nakada presenta el denominado NeumoSleep y sienta los principios de la nefrectomía mano asistida en el hombre32, por último Wolf compara la nefrectomía radical por tumor utilizando ambos métodos y se decanta, desde 1998, por el uso de la mano en esta opración33-34.
En 1994 Gill demostró la posibilidad de efectuar nefrectomías laparoscópicas de donante vivo en el cerdo35; al año siguiente, Schulam, del grupo de Clayman, describió la primera serie de nefrectomías de donante renal en humanos en el Johns Hopkins Hospital de la universidad de Maryland36 y Ratner en 1995 detalló la técnica de nefrectomía en donante vivo37 a la par que Wolf defiende la asistida con la mano38; este último junto con Slakey39 exponen el procedimiento y sus ventajas: puesto que es necesaria una incisión entre 6 y 8 cm. para la extracción del riñón al utilizar la mano desde el inicio de la operación se disminuye el tiempo de duración de la misma y se facilita la disección y la localización vascular y el realizar una tracción suave con la mano permite un mayor control de las hemorragias, además de precisar una curva de aprendizaje menor. Además para el trasplante el tiempo de isquemia del órgano es menor, lo que favorece la supervivencia del injerto.
El acceso a la glándula suprarrenal es presentado en varios vídeos en el congreso de la AUA de 1992, realizado por vía retroperitoneal en cerdos por Brunt40, del grupo de Clayman, mientras tanto Schuessler lo efectúa en humanos por vía transperitoneal41 y Gagner y Suzuky, describen, cada uno y por separado, la exéresis de un feocromocitoma suprarrenal42-43; el alemán Rassweiler expone la técnica reglada de la nefroureterectomía y de la adrenalectomía en 199344.
El acceso retropúbico vesical fue utilizado por vez primera por Sánchez de Badajoz en 1988, para efectuar una colposuspensión laparoscópica45, en sus inicios se realizó mediante el uso de puntos intra o extra cavitarios; Ou en 1993 utilizó un trozo de malla de polipropileno grapado a los alerones vaginales y al ligamento de Cooper46, técnica que prevalece en el tiempo. Raúl Parra en 1992, efectuó una diverticulectomía vesical ayudado por la transiluminación de un cistoscopio transuretral y también realizó una cistectomía radical en un paciente previamente derivado47-48, también Sánchez de Badajoz es el primero en practicar una cistectomía radical seguido de una ileoureterostomía en 199349. De este modo han ido paulatinamente incorporándose al arsenal quirúrgico urológico multitud de técnicas factibles de abordar por medio de la cirugía laparoscópica; el último procedimiento que se abre camino actualmente corresponde a la prostatectomía radical, realizada por vez primera por Schuessler en 199250 , no se encontraron ventajas sobre la cirugía convencional hasta que los grupos franceses de Montsouris dirigidos por Guillonneau y Vallancien, en París, han sido los que han continuado puliendo la técnica y al perfeccionarla y disminuir el tiempo operatorio lo han convertido en una alternativa válida51-52 que es actualmente seguida en gran numero de centros urológicos de todo el mundo como intervención rutinaria al igual que el resto de procedimientos descritos.
|