JUSTIFICACION
La primera apendicectomía laparoscópica es atribuida a Semm por su publicación en Endoscopy de 1.9831.
La apendicectomía laparoscópica no ha alcanzado la misma difusión que la colecistectomía laparoscópica. Las razones probablemente son múltiples: disponibilidad de recursos humanos con experiencia suficiente en técnicas laparoscópicas, aumento del tiempo quirúrgico necesario para su realización y elevado coste económico de la técnica frente al abordaje convencional. Por otro lado, el procedimiento propuesto por McBurney en 1885 tiene más de un siglo de vigencia con unos resultados tan satisfactorios que no han propiciado el desarrollo de procedimientos alternativos como ocurrió con la colecistectomía.
En una consulta electrónica realizada en PubMed durante el mes de noviembre del 2004, existen 891 publicaciones sobre apendicectomía laparoscópica. Cincuenta y siete clasificados como estudios randomizados referidos a la comparación entre ambas técnicas en la apendicitis aguda incluyendo a pacientes menores de 15 años o procedimientos realizados ante un cuadro de apendicitis complicada asociada. Sólo treinta y dos ensayos hacen referencia a la apendicectomía laparoscópica en apendicitis no complicada frente al tratamiento clásico, con conclusiones diversas: cinco series resaltan en sus conclusiones la importancia de la laparoscopia como método diagnóstico sin destacar sus posibilidades terapéuticas2,3,4,5,6, y ocho series no objetivan diferencias significativas entre las técnicas quirúrgicas a pesar de que existen evidencias sobre una menor infección de herida, más confort del paciente y menor estancia hospitalaria7,8,9,10,11,12,13,14.
Es un hecho que el abordaje laparoscópico se esta realizando cada vez más en el tratamiento de los cuadros apendiculares, lo que se refleja en el aumento de comunicaciones anuales. Existen discrepancias entre la práctica quirúrgica diaria y las indicaciones descritas en la literatura que en la actualidad se limitan a la mujer en edad fértil como complemento a la exploración de la cavidad y en el paciente obeso. En su primera indicación se tiene más en cuenta la capacidad de exploración de la técnica que su mínimo acceso y las ventajas derivadas del mismo.
Existen diferentes publicaciones que informan de las múltiples ventajas de la apendicectomía laparoscópica frente a la apendicectomía McBurney: 1) menor estancia hospitalaria junto a una más rápida incorporación laboral, 2) menor dolor con menos necesidad de analgesia y 3) menor infección de herida quirúrgica.
Parece que las ventajas de la técnica deberían permitir su implantación y sobrepasar sus indicaciones actuales, teniendo en cuenta, además, que en ninguna serie se analiza la disminución de complicaciones tardías como el riesgo de adherencias y síndromes de oclusión intestinal atribuidas a la técnica de McBurney y que disminuyen o desaparecen en la técnica laparoscópica15.
Como indica Hart16, parece claro que la apendicectomía laparoscópica beneficia claramente a aquellos pacientes con apendicitis no complicada. La presencia de colecciones intraabdominales o peritonitis se relaciona con perforación apendicular desapareciendo en estos casos las ventajas que aporta la laparoscopia.
Dada la controversia existente entre el tratamiento estándar actual: apendicectomía convencional, y la aplicación cada vez más amplia de la técnica laparoscópica entre los equipos de atención continuada, con resultados contrapuestos17, creemos que no se puede tachar de reiterativo un nuevo estudio que se ciña a la apendicitis aguda no complicada para delimitar su indicación.
Proponemos la realización de un estudio prospectivo randomizado que defina si la técnica tiene algún lugar en el tratamiento de la apendicitis aguda no complicada, más allá de aquella que se realiza como acto complementario en la exploración de la cavidad en la mujer en etapa fértil y la que se indica en el paciente obeso, separándola y diferenciándola del tratamiento para la apendicitis aguda complicada con perforación, absceso o peritonitis.
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